Condiciones económicas

Una de cada 10 vacantes de empresas gallegas quedó desierta en verano por su bajo salario

No se cubrieron 1.865 puestos libres entre julio y septiembre por este motivo: la mitad de los no se ocuparon en el estío de 2022

Un empleado de un establecimiento hostelero vigués atendiendo a varios turistas este verano.

Un empleado de un establecimiento hostelero vigués atendiendo a varios turistas este verano. / Marta G. Brea

Galicia superó el verano con buenos datos de empleo, fruto de la llegada de ingentes cantidades de viajeros y el acelerón del consumo que se notó en terrazas o comercios. Un ejemplo que lo ilustra a la perfección es el último análisis de Turespaña –que concluyó que los trabajadores del sector turístico repuntaron un 20% en la comunidad autónoma, la tercera con mayor aumento–, pero también la Enquisa sobre vacantes nas empresas galegas, publicada ayer por el Instituto Galego de Estatística (IGE). Los puestos libres ofertados cayeron en el tercer trimestre del año un 11,7% respecto al segundo, pasando de 15.354 a 13.565 plazas disponibles. Y de dicha disminución fueron responsables en su gran mayoría las pequeñas empresas (de 10 a 49 asalariados), que redujeron sus vacantes un 22,6%.

Las compañías más “humildes” fueron las que más facilidades tuvieron para fichar personal y afrontar así mejor estas fechas; un periodo en el que, como de costumbre, florecen multitud de trabajos estacionales. Entre julio y septiembre, sus vacantes se cifraron en 4.524, la mitad que los 9.587 puestos que quedaron sin cubrir en los meses vacacionales de 2022. No obstante, estos negocios fueron los que mayor cantidad albergaron en comparación a las firmas de entre 50 y 99 asalariados (1.107), las de 100 a 499 (4.317) y las de 500 o más (3.617).

En cuanto a los motivos por los que las empresas gallegas no fueron capaces de cubrir estas vacantes, llama la atención el descenso del número de trabajadores que este verano rechazaron ofertas al no considerar adecuadas sus condiciones económicas. El porcentaje bajó del 20,3% que se negaba a aceptar empleos por esta causa el pasado estío (cuando había 19.730 puestos libres) al 13,8% registrado este 2023 (sobre los mencionados 13.565). Echando cuentas, las vacantes que no se han cubierto por bajos sueldos han pasado de 3.995 a 1.865: 2.100 menos.

Por encima del salario, entre las principales razones por las que las empresas gallegas no consiguieron cubrir sus vacantes entre julio y septiembre se impone la falta de candidatos con formación adecuada (28,8%), sin incluir en este apartado la titulación superior STEM (motivo del 22,5% de las no coberturas) y la preparación digital (el 11,3%). En paralelo, un 12,5% de las personas rechazaron trabajos al no considerar idóneas otras circunstancias de los mismos, lejos de su remuneración.

Por otro lado, entre los argumentos que proporcionaron las empresas que no tuvieron vacantes durante el tercer trimestre del año destaca que tres de cada cuatro no necesitaban a ningún profesional extra (el 75,1% frente al 85,2% de 2022), el elevado coste de contratación (un 12,5% frente al 11,8% de 2022) y la falta de demandantes con la cualificación y la formación adecuada (9,9%, el 4,4% en 2022).

Otros condicionantes

Tal como indica Maica Bouza, responsable de empleo y política social de Comisiones Obreras Galicia, los nuevos datos autonómicos “concuerdan con la realidad sindical”. “Ese afán alarmista de los empresarios que nos inundó en verano de que no se cubrían las vacantes no era tan dramático como parecía”, dice en relación a su caída, teniendo en cuenta que, respecto al verano de 2022, los puestos libres se redujeron en más de 6.150 (un 31,2% a nivel porcentual).

Para la representante sindical, esta situación expone “las necesidades de formación para el nuevo modelo productivo” de la comunidad autónoma, y en este sentido es preciso crear una “cultura” de que todos los puestos “son igual de buenos”, mejorando sus condiciones. “No solo es el salario”, incide; en sectores como la hostelería, la construcción o la pesca juegan un papel clave otros factores como “la conciliación, el cumplimiento de los descansos o la dureza del oficio”.

Suscríbete para seguir leyendo