Promega fabrica desde Nigrán piezas para robots de desactivación de bombas

Vigo y su área es cuna de empresas altamente especializadas en sectores como el de la automoción, la pesca, el naval o, en general, el metal. Buena cuenta de ello dio la edición de este año de Mindtech, con un buen puñado de firmas locales que se están haciendo un nombre como proveedores de firmas internacionales. Es el caso, por ejemplo, de Promega. La empresa de Nigrán tiene solo siete años de vida, pero en ese tiempo pasó de empezar con una nave en el polígono de Porto do Molle a contar con tres y a facturar 5 millones de euros. Todo ello, como proveedores de compañías como Aludec, Borgwarner, GKN o Centum. Una de las últimas en su marse a esta lista es Aunav, firma aragonesa para la que facturan piezas que se ensamblan en robots de desactivación de explosivos.

Promega (Prototipado y Mecanizados de Galicia) es un grupo con dos empresas que está especializado en el mecanizado de alta precisión de piezas de aluminio o acero. Dirigida por Francisco Veiga e Inés Villamor, la firma acudió a la feria con uno de los stands que más movimiento registró en los tres días que duró el evento en el Ifevi.

Allí tenían expuestos algunos de los productos realizados en estos años, siendo uno de los más llamativos la caja en la que se integra el sistema Lifeseeker, de Centum, que se emplea para la localización de personas desde drones o helicópteros.

“Hacemos piezas hasta para aviones de guerra”

Entre la piecería expuesta figuraban también las partes de los brazos articulados y otros componentes que integran los robots que fabrica Aunav, empresa de Huesca que se ha convertido en una referencia en soluciones robóticas para defensa y seguridad y que ha exportado ya sus productos a más de 20 países.

Según explican Veiga y Villamor, cada vez son más las propuestas que les llegan para facturar prototipos o para encargos de sectores como la automoción, la aeronáutica o la defensa. “Hacemos piezas hasta para aviones de guerra”, comentan.

Facturación y crecimiento

Y, con todo ello, el crecimiento está siendo fulgurante. Los dirigentes cifran la facturación actual en 5 millones de euros, lo que supone el doble que en 2020, de acuerdo a los datos del registro mercantil. A eso se suma que con el avance de los proyectos han tenido que crecer en espacio e incorporar maquinaria y personal. De una de las naves bioclimáticas que ofrece Zona Franca, pasaron a incorporar también la contigua y una tercera situada cruzando la carretera. “Ahora rondamos los 60 trabajadores”, comenta Veiga.

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