El juicio celebrado este lunes por el despido del ex director general de Hijos de J. Barreras William Paterson Campbell no exhibió giros dramáticos de guión. El británico acusó al expresidente del astillero Douglas Prothero de “vampirizar” las cuentas en beneficio de su proyecto, el crucero Evrima, y el segundo atribuyó la salida forzosa del directivo por “bajo rendimiento”. Era un procedimiento en el que no se abordaba la gestión de la compañía, ahora en fase final de liquidación, pero eso no impidió conocer nuevos datos respecto a lo que The Ritz-Carlton Yacht Collection (marca comercial de Cruise Yacht, dirigida por Prothero) provocó durante su atropellada incursión en el naval gallego. Un adelanto: la industria de Vigo quedó sin seis contratos por importe de 1.400 millones de euros. Lo desveló en parte la abogada de Campbell, Belén Canosa, cuando hizo referencia a la adenda contractual que permitió a Ritz cancelar el pedido del Evrima, tres meses después de habérselo llevado de Beiramar rumbo a Santander.
El 8 de junio de 2021, Ritz firmó un complemento al contrato de construcción del buque de lujo. Un documento conocido como Addendum F, con el que Barreras se quedaba formalmente sin el pedido –estaba sin rematar– y con el que la armadora se comprometía a cubrir los costes de estructura del astillero durante tres meses. Pero, como afloró en el juicio, incluía asimismo la cancelación de dos pedidos más: las construcciones 1706 y 1707. No figura en las cuentas anuales de la compañía. Se trata de los dos gemelos del Evrima, que nunca entraron en vigor –Ritz no hizo ningún pago por ellos–, aunque sí se había anunciado uno de ellos. Teniendo en cuenta que el primero de los cruceros se presupuestó en 250 millones de euros, y que el Evrima terminó costando finalmente más de 500, el importe de los trabajos perdidos por el naval de la ría de Vigo alcanza cotas siderales. Esos dos gemelos fueron contratados finalmente en el astillero francés Chantiers de l’Atlantique, como anticipó este periódico –se llamarán Ilma y Luminara–, y en pleno procedimiento de liquidación de la compañía viguesa. De la que, además, la mercantil de Ritz-Carlton sigue siendo su propietaria a día de hoy.
Ritz consuma el engaño al naval vigués: firma en Francia dos cruceros comprometidos en Barreras
A estas tres unidades de ultralujo hay que sumar otras tres embarcaciones. En primer lugar, los dos cruceros para la naviera Havila Kustruten, por importe conjunto –sumando el sobrecoste para resolver los problemas de sobrepeso– de 252 millones de euros.
La letanía “postVigo” de Havila Kystruten
Como se constató durante el litigio en un tribunal británico, la firma noruega trató de convencer a Barreras de retomar los proyectos, sin éxito. Havila venció en sede judicial y deberá recuperar los 37 millones de euros que adelantó por los barcos, bautizados como Pollux y Polaris, más intereses. Por último está el ferri contratado por Naviera Armas, con número de casco 1708, del que nunca se ensambló un solo bloque. El pedido se ganó por una oferta de 159 millones de euros, como consta en la documentación del procedimiento arbitral que ha dirimido las diferencias entre la naviera y el astillero. Volvió a ganar el cliente, con otro pago pendiente para Hijos de J. Barreras de 28 millones de euros.
- Los tres de Ritz
La retirada del “Evrima” incluyó la cancelación de las construcciones 1706 y 1707.
- Los dos de Havila
Quedó probado en sede judicial que Barreras rechazó retomar su construcción.
- El ferri para Armas
Presupuestado en 159 millones de euros, sin descontar el tax lease, era el pedido 1708. Armas ganó el proceso arbitral por los 28 millones de euros que había adelantado a Barreras.