Sunak negocia ya con la UE los aranceles al motor, clave para la ruta Vigo-Liverpool

Ford se une Stellantis en su reclamación para evitar la tarifa del 10% en Reino Unido | Preocupación en Vigo por el futuro de la vía marítima tras la amenaza del fabricante

Las obras de la nueva instalació de Stellantis en Ellesmere Port.

Las obras de la nueva instalació de Stellantis en Ellesmere Port. / STOFORD

El primer ministro británico, Rishi Sunak, mueve ficha tras las amenazas de Stellantis de cerrar sus dos plantas en Reino Unido si persisten los aranceles al motor previstos a partir de 2024. El mandatario anunció ayer que Londres está “dialogando con la UE” para “abordar esas preocupaciones en lo que respecta a la fabricación de automóviles en general”, intentando de esta forma presionar al bloque comunitario para lograr una exención en el acuerdo del Brexit y evitar así las tarifas del 10% hasta 2027. Una decisión que supondría también un alivio para Vigo, que desde ayer vive con preocupación la situación por el futuro de la vía marítima Vigo-Liverpool, que arrancará en septiembre si nada se tuerce y en la que está en juego un volumen de negocio de 150 millones de euros de las proveedoras de automoción gallegas. Por el momento, las empresas implicadas, empezando por la naviera que operará la ruta, Suardiaz, lo viven con preocupación. “Si Tavares [CEO de Stellantis] paró la construcción de la planta de Canadá por no tener aseguradas las ayudas, ¿por qué no iba a hacer lo mismo en Inglaterra?”, se preguntan.

Preguntado por la situación durante su viaje a Japón por la cumbre del G7, Sunak dejó claro que la situación preocupa “a los fabricantes de automóviles de toda Europa, no sólo del Reino Unido”, por lo que las conversaciones con Bruselas ya se activaron para intentar esquivar el escollo de los aranceles por las llamadas normas de origen, que establecen que el 45% del valor de un vehículo eléctrico debe proceder de Gran Bretaña o Europa a partir de 2024 para evitar la tarifa.

Sin embargo, las críticas están llegando por el lado de los fabricantes asentados en Reino Unido. Stellantis lo hizo a través de un escrito a la comisión parlamentaria que investiga la producción de vehículos eléctricos en el país, la patronal SMMT (Society of Motor Manufacturers and Traders) a través de un comunicado y Ford, la última en sumarse, empleó su página web: “Ford pide que los actuales requisitos comerciales se amplíen hasta 2027, para dar tiempo a que la cadena de suministro de baterías se desarrolle en Europa y satisfaga la demanda de vehículos eléctricos”.

Sin embargo, Ford no amenazó con cesar sus operaciones en el país. Al contrario que Stellantis, que avisó que se tendrían que ver obligados a cerrar sus plantas de Luton (cerca de Londres) y Ellesmere Port (al lado de Liverpool) si no se soluciona el problema.

Trazado de la autopista del mar Vigo-Liverpool

Trazado de la autopista del mar Vigo-Liverpool / Hugo Barreiro

Esto último se vive con gran preocupación en Vigo, donde se ve como una nueva muestra de presión de Tavares, en este caso sobre el Ejecutivo británico. De consumarse la amenaza del fabricante, la importante conexión por mar a Liverpool anunciada a finales del pasado año quedaría descartada. Un varapalo para Vigo, pero sobre todo para Suardiaz, que tiene allí muy avanzada la adaptación de la parcela de terreno en estacionamiento de vehículos con línea de atraque incluida. Eso sin contar la ofensiva comercial previa iniciada tanto en Reino Unido como en España promocionando entre los principales clientes las bondades de la nueva ruta.

La ruta está pensada para comenzar a mediados de septiembre. Con ello se prevé enviar por mar (dos barcos por semana) componentes a la fábrica de Ellesmere Port de hasta 16 proveedoras gallegas, ya que la planta británica tiene previsto empezar este año la fabricación de los vehículos comerciales ligeros eléctricos, las furgonetas eK9, una producción que compartirá con Stellantis Vigo.

Por el momento este transporte se está realizando por carretera mientras las importantes obras en el muelle Queen Elizabeth II –en las que Suardiaz invierte 12 millones de euros– no culminan. Esta extensión de la autopista del mar generará un 30% menos de emisiones de dióxido de carbono (CO2) en el transcurso de un año completo.

[object Object]

Stellantis y LG siguen sin reanudar la construcción de la gigafactoría de baterías anunciada para Windsor, en Canadá, hace escasos días. Y, por el momento, no parece que se vayan a reanudar pronto. La joint venture decidió para las obras de su inversión de 3.900 millones de euros criticando que no estaba recibiendo las ayudas prometidas. Sin embargo, ni el Gobierno canadiense ni el de la provincia de Ontario, donde se ubica la instalación, se ponen de acuerdo.

El primer ministro Justin Trudeau y su homólogo en la provincia, Doug Ford, se enfrentan pidiendo el uno al otro que realice una aportación mayor para que el proyecto siga adelante. En juego están los 2.500 empleos anunciados, además de la posibilidad de que la joint venture desarrolle la gigafactoría al otro lado de la frontera, en EE UU, tras los incentivos al sector anunciados por Joe Biden.

Suscríbete para seguir leyendo