Profand es la única gallega en el “top 3” de la pesca tras la venta de Pescanova

La industria mueve unos 5.000 millones de euros al año y sigue en expansión

Plantilla de Profand en la factoría de Vilagarcía de Arousa. |   // PROFAND

Plantilla de Profand en la factoría de Vilagarcía de Arousa. | // PROFAND / lara graña

Lara Graña

Lara Graña

Hasta hace poco más de una década, todos los timoneles de las pesqueras gallegas peinaban canas. Un sector más bien receloso que comedido, impermeable y circunspecto ante cualquier pregunta externa. Incluso en algún informe de auditoría se llamaba la atención sobre la poca información relativa a filiales que facilitaban desde la dirección: “es que nos pueden copiar las zonas de pesca”, justificaban. Eran otros tiempos. Y aunque la venta a capital extranjero de Nueva Pescanova va a dar un revolcón al statu quo de toda la industria, la gran metamorfosis ya había llegado. Galicia sí pierde un bastión –en cuanto a capital y poder de decisión–, pero por fortuna ya había alumbrado grupos con capacidad de liderazgo, profesionalizados, disruptivos. La nueva líder de las grandes pesqueras será Grupo Profand, de una veintena de firmas que suman ingresos anuales de 5.000 millones de euros. La mayoría de ellas, con perspectivas de expansión.

Pero la multinacional que dirige Enrique García Chillón se quedará sola ahora en el top 3 como empresa de capital gallego. Porque Pescanova se convertirá en una ramificación de filiales de la canadiense Cooke Inc., que integrará a las sociedades de la pesquera en sus divisiones de acuicultura, pesca extractiva o distribución y dispondrá de una de las marcas más reconocidas a nivel mundial en productos de proteína marina. Aunque la sede se va a mantener en Chapela, según aseguró Abanca (vendedora), el equipo de Glenn Cooke será el que vaya a diseñar una integración compleja e inaudita en el sector. Y lo hará desde New Brunswick, al noreste de Canadá. A 4.500 kilómetros de distancia. Como impone la lógica empresarial y como sucede con compañías como Stellantis Vigo, como hace Inditex con las firmas de su grupo de consolidación o San José con las suyas.

Las cuentas

Nueva Pescanova cerró el ejercicio 2021 –los datos del pasado año fiscal todavía no se han divulgado– con 1.087 millones de euros en volumen de negocio, tras una mejora en las ventas pero lejos de la capacidad que le confieren sus activos. De ahí que necesitara la incorporación de volúmenes –más tamaño y generación de ebitda– y por eso negoció, hasta la photo finish, la adquisición de la argentina Pesquera Veraz. No hubo acuerdo –la galopante inflación del país y el marco cambiario fueron un muro infranqueable– y Pescanova se quedó sin nuevas opciones de chutarse músculo. Veraz podría haber mejorado el ebitda de la multinacional y, a la postre, elevar algo el precio final de venta en favor de Abanca. No pudo ser con Veraz pero la entidad que preside Juan Carlos Escotet tampoco podía esperar.

Por su parte Profand, con sede en la calle García Barbón de Vigo, alcanzó los 800 millones de euros en el mismo periodo, con 115.000 toneladas comercializadas y tras haber abierto su capital a la entrada de la familia March (Corporación Financiera Alba). La empresa ha maximizado su estrategia de crecimiento orgánico –Mercadona es un buen partenaire– con operaciones destacadas como la compra de Caladero(Zaragoza), Sofinas (Marruecos) Kefalonia Fisheries (Grecia) o Seafreeze (Estados Unidos). Está en disposición de alcanzar el umbral de los 1.000 millones a medio plazo, que solo había rebasado Pescanova en España. Y que todavía está a una distancia sideral de las compañías que vienen detrás.

En expansión

La intención de Iberconsa pasa por alcanzar los 700 millones en ingresos a cierre del ejercicio 2024 –facturó 400 el año pasado– de modo que habrá compras a la vista. Puede hacerlo: su propietario es el private equity Platinum, del dueño de los Detroit Pistons y con 36.000 millones de dólares en activos bajo gestión. Lo intentó con Mascato, en una operación finalmente frustrada pero no descartada: se presentó la opción de adquirir Nueva Pescanova, un enorme bocado a digerir. No había recursos para ponerse con una operación simultánea, aun cuando Abanca le había ofrecido una refinanciación de deuda para el grupo resultante. El centro final de decisión de Iberconsa, a fin de cuentas, está en EE UU, aunque es Alberto Freire, desde Teis, el gran patrón de la compañía.

A continuación le suceden, en este dream team de pesqueras, grupos guiados desde Galicia y con capital principalmente familiar tentado, eso sí, por todo tipo de pretendientes. Como Pescapuerta, Wofco, Grupo Fandicosta, Atunlo, Pereira, Lanzal, Cabomar o Vieirasa.

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