Un capitán siempre listo para trabajar

Glenn Cooke, admirador de Winston Churchill, buscador del éxito y “creyente” ecológico, debe su imperio a cuatro años de fracasos y a 5.000 salmones que crió a los 21 años

Glenn Cooke, en una imagen corporativa.

Glenn Cooke, en una imagen corporativa. / COOKE INC.

Julio Pérez

Julio Pérez

Glenn Cooke plantó muy pronto los estudios. Acabó la secundaria en 1983 y, a pesar de que la Universidad de New Brunswick aceptó su solicitud para cursar un programa de negocios, le tardaba dar el salto al mercado laboral. La decisión enfureció a su padre, un obrero empeñado en ofrecer a sus hijos una vida mejor. Así que el capitán canadiense de la acuicultura se educó “de la manera más difícil”, en la realidad del emprendimiento encadenando cuatro años de patinazo tras patinazo. “Perdí mi camisa y las camisas de otros por el camino. No hay mejor manera de perder el orgullo y desarrollar la humildad que fracasar y convertirse en una vergüenza para la familia y para uno mismo”, confesó mucho tiempo después, el 20 de mayo de 2011, de vuelta a la universidad de la que rehuyó en la juventud para recibir el Doctor Honoris Causa en Ciencias. “Me siento un poco como el emperador con su ropa nueva... y tan fuera de lugar como si, al igual que el emperador, estuviese aquí desnudo –contó a los asistentes a la entrega, entre los que estaba su padre–. Me siento un poco como el estudiante que nunca va a clase o no termina ninguna tarea ni hace los exámenes y, aún así, tiene el descaro de acudir al profesor al final del semestre exigiendo un sobresaliente para el curso”.

Tener éxito, no fallar otra vez se convirtió en una “brújula interna”. De esa obsesión y la diminuta granja con una única jaula, un empleado y 5.000 salmones que montó con solo 21 años junto a su padre Gifford y su hermano Michael, el futuro dueño de Nueva Pescanova levantó un imperio con 15 filiales y 13.000 empleos en tres continentes que factura alrededor de 3.000 millones de dólares anuales. Pasión familiar con ambiciones globales, como se presenta el propio grupo. “Para nosotros, la pesca y la agricultura no son solo un negocio, es lo que somos”, proclama Cooke Inc. desde su web corporativa. “Es una pasión familiar imperecedera que comenzó cuando nuestros abuelos empezaron a pescar en las aguas de la Bahía de Fundy hace seis generaciones –añade–. Y aunque los tiempos han cambiado, nuestro compromiso no. Al igual que nuestros antepasados, estamos obsesionados con encontrar formas mejores y más inteligentes de brindarle los mejores mariscos del mundo”.

“No hay mejor manera de desarrollar la humildad que fracasar”

Glenn Cooke

— CEO de Cooke Inc.

El acuerdo con Abanca para negociar en exclusiva la compra del 80% de la participación que la entidad financiera tiene en el gigante asentado en Chapela es otro bocado más del “agresivo plan de crecimiento”, según la propia compañía, con “adquisiciones y una búsqueda estratégica continua de oportunidades de desarrollo”. La toma del control entre 2015 y 2018 de Wanchese Fish Company, Icicle Seafoods, Cooke Uruguay y Omega Protein les permitió abrir los brazos más allá de la cría de salmón y diversificar la oferta de pesca salvaje. Cooke se hizo en 2019 con Seajoy, uno de los mayores productores de camarones de cultivo premium de América Latina; al que siguió Morubel, el procesador de camarones líder en Europa Occidental; y después Tassal, el holding de productos del mar integrado verticalmente más grande de Australia, valorado en unos 1.060 millones de dólares.

La entrada en Nueva Pescanova no es su estreno en el mercado español. Aquí compró en 2011 el grupo Culmarex. “Sobre la base de que la compañía busca constantemente un desarrollo estratégico y oportunidades de inversión en el sector acuícola, este acuerdo nos brinda una oportunidad única de entrar en el sector de dorada y lubina en España, trabajando con uno de los productores más importantes del sector”, explicó en aquel momento Glenn Cooke.

El futuro dueño de Nueva Pescanova defiende hacer negocios desde la periferia y lo local

En una entrevista concedida a SeafoodSource durante su visita a la Seafood Expo North America de hace menos de un año, el CEO de Cooke Inc. reveló su firme disposición a seguir “invirtiendo fuertemente a nivel mundial”. ¿Tenía alguna adquisición en mente por entonces? “Siempre enfatizo que nos gusta ser dueños de la materia prima, ya sea pesca o acuicultura, pero también queremos estar cerca de nuestros clientes. Estamos considerando la distribución de productos del mar o asociarnos tratando de acercarnos a clientes y minoristas. Para mí, esa entrega de última milla es importante”, respondía. Y luego insistió: “Hay distribuidores de productos del mar en el mercado que son absolutamente interesantes para nosotros”. El periodista insistió en si existían oportunidades internacionales concretas. “Nos encantan, ya sea en acuicultura o pesca, y queremos crecer”, aseguró Glenn Cooke. “Parte de nuestra estrategia –detallaba en la conversación– es que simplemente no pagaremos de más porque somos una empresa familiar privada”.

“Te ganas la vida con lo que ganas y con lo que das”

Glenn Cooke

— CEO de Cooke Inc.

Tan familiar, que a la empresa en su tierra de origen se le conoce como The Cooke (Los Cooke). El patrón y el resto de su saga creen que el secreto del éxito global es pensar desde lo local. En el condado de Charlotte, al que pertenece la localidad de New Brunswick que sirve de sede a la compañía, impulsan en colaboración con sus empleados cientos de galas y programas benéficos para todo tipo de causas, del cáncer a la diabetes, pasando por bancos de alimentos o refugios para personas sin hogar. “Winston Churchill, un hombre al que siempre he admirado, dijo una vez: Te ganas la vida con lo que ganas, te ganas la vida con lo que das”, dijo Gleen Cooke, mientras recogía el reconocimiento de la Universidad de New Brunswick, donde confesó por enésima vez su condición de “creyente” en el “impacto positivo” al que todos estamos obligados para dejar un mundo mejor. De hecho, una de las cosas que más presume la compañía y su capitán_es de haber conseguido en 2009 la primera certificación ecológica a una firma de acuicultura de América del Norte.

Aquel discurso fue un auténtico striptease emocional del nuevo propietario de la mayor pesquera española y una férrea defensa, como la que podría hacerse en Galicia, de hacer negocios desde la periferia. “Me canso de escuchar que no podemos competir... que las cosas se pueden producir más baratas en otro lugar del mundo. Veréis –transmitió a los estudiantes que ese mismo año se licenciaban–, no importa lo que se fabrique o cultive, siempre habrá algún lugar en el mundo donde las cosas se puedan producir por menos dinero debido a la mano de obra barata y las regulaciones ambientales más estrictas”. En su opinión, la competitividad se puede conseguir igual con “calidad, marketing y la percepción”.

El todopoderoso hombre de la acuicultura canadiense exhibe en su foto del perfil de LinkedIn un suculento ejemplar de salmón y, por supuesto, con una de sus habituales gorras de béisbol. Hay pocas imágenes en las que nos las lleve. Lo hace también en las que ilustran el mensaje que envía cada estación a todos sus trabajadores desde el boletín interno de Cooke Inc. Es su particular defensa de la normalidad, de su derecho a vestirse como “todo el mundo”. “Vengo de la pesca. Vengo de trabajar. Vengo de la granja y estoy listo para trabajar en todo momento”, justifica. 

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