A cien millones de euros ascendió, hace poco más de un año, la inyección de capital que Corporación Financiera Alba ejecutó en el grupo pesquero vigués Profand. Lo canjeó por un 23,7% del accionariado, lo que supuso una valoración de la compañía que dirige Enrique García Chillón muy por encima de los 400 millones. Es la operación que ha de servir de referencia ahora, por proximidad temporal, a la que se cierne sobre otra enseña emblemática de la industria alimentaria gallega: Mascato SA, fundada en 1994 por la familia Lloves Vieira, ha contratado los servicios de la auditora Deloitte para explorar el mercado, avanzó este miércoles el diario Expansión.
Ya se ha distribuido un cuaderno de venta entre empresas del sector y fondos de capital riesgo; Mascato se vende. La transacción, teniendo en cuenta que la compañía cerró el pasado ejercicio con un ebitda de 26, superará los 100 millones de euros. Todas las fuentes consultadas dan por hecho que se aplicará una ratio de “cuatro o cinco” veces ebitda. De materializarse, será la segunda mayor operación en esta industria en Galicia, solo por detrás de los 550 millones de euros que la norteamericana Platinum abonó para tomar el control de Iberconsa, y superior a los 100 millones que puso Alba por casi una cuarta de Profand. Shanghai Kaichuang desembolsó algo más de 60 millones por la conservera Albo.
La compañía da empleo a más de 1.800 personas, además de en España, en Namibia, Chile, Vietnam o Estados Unidos. Es en el país africano donde tiene su gran músculo extractivo, a través de la joint venture Merlus Fishing, y con las plantas procesadoras de Merlus Seafood Processors y Abroma Fishing. En Chile, y por iniciativa de Eduardo Lloves, Mascato desembarcó con éxito en el cultivo del mejillón (mytilus chilensis), denominado como chorito por los locales. Opera allí con las filiales Blue Shell –con planta de cocción y procesamiento en Chiloé– y Cultivos Azules, especializada en este caso en merluza fresca.
La gran diversificación de su portfolio es una de las grandes características de Mascato, histórica proveedora de Mercadona, con acceso directo a especies como el panga, almeja del Pacífico, salmón. También al trío de ases de Gran Sol, donde trabaja con flota propia: merluza, rape y rapante.
“Para cumplir nuestra misión, consideramos estratégico el dominar las distintas fases de nuestra cadena de valor. En este sentido, Grupo Mascato pesca en los mejores caladeros del mundo, cultiva siguiendo las mejores prácticas, elabora con los mayores estándares de calidad y comercializa satisfaciendo los requerimientos de los consumidores más exigentes”, reza un apartado de su informe de gestión correspondiente al ejercicio 2021. “El proyecto de desarrollo futuro del grupo –prosigue el balance de cuentas– se asienta en el afianzamiento de las fuentes de aprovisionamiento con inversiones directas en los países de obtención de los productos de origen de la cadena productiva, y un reparto justo y racional del proceso productivo-comercializador entre los países de origen y de destino de los bienes producidos”.
En 2021, la facturación acarició los 233 millones de euros, frente a los 218,35 millones del ejercicio anterior, con lo que se ha consolidado como la sexta mayor pesquera del país. Le superan, en cuanto a volumen de negocio, Nueva Pescanova, Profand, Iberconsa, Pescapuerta y Grupo Fandicosta. La jovencísima Wofco a punto ha estado de arrebatarle esa posición en el ranking, hito que previsiblemente sucederá a lo largo de este 2022.
