Nunca había sido tan caro comprar un coche nuevo. Si el mercado ya mostraba signos de estar inflacionado antes de la invasión de Ucrania, en los últimos meses ha experimentado subidas continuas de precios por el coste de las materias primas, los componentes electrónicos o la logística.
De acuerdo a los datos difundidos hoy por la Agencia Tributaria, en el mes de septiembre se matricularon 2.514 vehículos, a un precio medio sideral: 20.959 euros, con los impuestos incluidos. Es un nuevo récord histórico. Hace solo un año, el desembolso que tenían que hacer los consumidores era de unos 19.000 euros. Esto significa que el precio de los coches avanza por encima de la inflación (índice de precios al consumo), que cerró septiembre en Galicia en el 9,2%. Los automóviles se encarecieron cinco décimas más.
Esta subida ha redundado en buenas noticias a nivel recaudatorio. Entre enero y septiembre, el fisco ingresó algo más de 15,3 millones de euros, por los 14,1 millones del mismo periodo de 2021. Para el bolsillo de los consumidores, el cambio en el importe medio del impuesto de matriculación ha sido considerable: de 593 a 723 euros, un aumento del 22% en comparación interanual.
Los vehículos de gasolina han destronado completamente a los diésel, muy perjudicado por los continuos mensajes de administraciones como la comunitaria, y también por el elevadísimo precio del carburante. En donde no se nota la crisis es en los modelos de muy alta gama: la matriculación de coches de más de 60.000 euros ha crecido en casi treinta puntos, frente a la caída de las ventas en su conjunto.
