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Incredulidad en el motor gallego por el carpetazo a la Alta Tensión

“Entendemos el silencio del Ministerio como un manifiesto desinterés respecto a este asunto, incluso descortés”, lamentan desde Stellantis

Torres eléctricas que suministran a Balaídos. Ricardo Grobas

Indignación e incredulidad ante un “manifiesto desinterés, incluso descortés” del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico con una infraestructura crucial para la competitividad de la mayor fábrica de automóviles de España y, por extensión, del conjunto de la industria gallega del automóvil. El carpetazo del Gobierno al enganche del polígono de Balaídos –en definitiva, de toda la ciudad de Vigo– a la red de Muy Alta Tensión (MAT) que atraviesa Porriño –la línea Atios-Pazos–, una infraestructura que pondría fin a más de una década de pérdidas de producción por un suministro eléctrico tercermundista, ha sentado como un tiro a la multinacional que preside Carlos Tavares y a su panel de proveedores, muchos de ellos afectados también por los huecos de tensión debido a la escasa fiabilidad de la actual red de 132 kilovoltios (kV).

“Nos parece absolutamente incomprensible que, siendo un tema de gran importancia para nuestra planta y por extensión para el sector de automoción de Galicia, y habiendo solicitado formalmente hace meses un encuentro a la Secretaría de Estado de Energía para explicarle la importancia de abordar esta actuación y compartir su justificación técnica, no hayamos obtenido ningún tipo de respuesta”, anotan fuentes de la factoría.

“Nunca se nos respondió a la solicitud para mantener la reunión, que la propia Vicepresidenta Tercera y Ministra para la Transición Energética llegó a plantear públicamente como necesaria para conocer nuestras argumentaciones técnicas, y tampoco se ha respondido por el cauce administrativo a nuestras alegaciones, presentadas en tiempo y forma”, añaden.

Stellantis entiende el silencio del Ministerio como un “manifiesto desinterés” respecto a este asunto, “incluso descortés ante nuestra reiterada insistencia para exponer nuestra demanda a sus responsables”. Pero no cejará en su reclamación en defensa de la actividad del centro y de la repercusión económica y social que esta tiene en el entorno: “No podemos abandonar esta reivindicación”. “Seguiremos demandando por todos los cauces posibles el derecho a disponer de las infraestructuras necesarias para recibir un suministro de energía fiable que no penalice nuestra competitividad y nuestro futuro”, recalcan.

Como era previsible, este mazazo a la columna de competitividad de la planta gallega en un momento además de crisis energética en la que los costes marcarán todavía más la diferencia a la hora de adjudicarse nuevos proyectos, fue abordado directamente ayer por el director de la factoría viguesa en la clausura de la asamblea anual del clúster del automóvil (Ceaga). “Tras todos los esfuerzos que hemos realizado, que no se atienda esta demanda tan importante para nuestra actividad es francamente decepcionante y una muestra contraria al espíritu de colaboración pública que esperamos para mantener la competitividad de nuestra industria”, criticó Ignacio Bueno. El presidente de la Xunta, que cerró la asamblea, lamentó igualmente la decisión.

Sobre el carpetazo al proyecto también habló Abel Caballero, que remarcó que el alcalde está “del lado de Citroën”, y que una posible solución es modificar el decreto que estipula la potencia y consumos mínimos para aprobar este tipo de proyectos. “Stellantis conoce la posición del alcalde y la voy a seguir manteniendo”, concluyó.

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