El Banco Central Europeo decide levantar la restricción al reparto de dividendos en la banca

La decisión del BCE, esperada por las entidades financieras, entrará en vigor a finales de septiembre

Agustí Sala

El Banco Central Europeo (BCE) decidió ayer el levantamiento total de las restricciones al reparto de dividendos de las entidades bancarias que impuso hace más de un año como medida para conservar el máximo capital posible de la banca para afrontar las consecuencias de la crisis del covid-19. El consejo de supervisión del banco se reunió ayer y tomó esta decisión sobre la remuneración a los accionistas de los bancos, que era una de las noticias más esperadas por el sector y que será efectiva a partir de finales de septiembre.

“Las últimas proyecciones macroeconómicas confirman el repunte económico e indican una incertidumbre reducida, lo que está mejorando la confianza en las trayectorias de capital de los bancos”, argumentó el BCE en un comunicado.

El organismo asegura que se ha examinado el riesgo de crédito de los bancos durante la pandemia y, como consecuencia de eso, es “apropiado” reinstaurar las prácticas que se venían dando antes de la pandemia de discutir los planes de remuneración al accionista de forma individualizada. La medida entrará en vigor a partir de octubre.

Supervisión permanente

En todo caso, se mantendrá la supervisión y a la hora de valorar los planes de distribución de dividendos de los bancos, los supervisores del BCE tendrán en cuenta los resultados de los test de estrés de 2021, cuya publicación tendrá lugar la semana que viene. También valorarán las prácticas de riesgo crediticio de los bancos y cómo podrían afectar a la credibilidad de su trayectoria de capital.

En diciembre de 2020, después de la restricción total en marzo del año pasado, la autoridad monetaria ya levantó parcialmente las restricciones, limitando las distribuciones a un 15% de los beneficios. Unas semanas antes, EL PERIÓDICO ya adelantó esta posibilidad. Como es habitual, la decisión de ayer se comunicó al cierre de los mercados. En todo caso, la decisión queda subordinada a que las autoridades supervisoras aprecien que las condiciones económicas y del sector financiero no se han deteriorado.