Vigo ha sido testigo del nacimiento y consolidación de una marca internacional, aunque lo ha hecho discretamente. La empresa de cuidado capilar, Icon, veía la luz a principios de la década de los 2000 en manos del peluquero reconocido mundialmente, Jorge Rubín y su compañera Chiara Escuderi, diseñadora artesanal de los productos. Habían trabajado juntos previamente, al otro lado del charco, en el sector de la distribución de productos para el cabello. Rubín tenía los contactos, la idea y los ingredientes para montar una compañía de renombre en el seno de la ciudad olívica. Así nació Icon (Innovative Company Organic Natural), a caballo entre Vigo y Los Ángeles.
La marca se popularizó hasta el punto de entrar en el armario de cosméticos de Letizia Ortiz, Carlos Baute, Macarena García, Lucía Rivera o los hermanos Casas, entre otros. Su sello son los productos orgánicos, obtenidos de forma sostenible. Una fórmula que le valió dos décadas de sólida trayectoria. La compañía factura, actualmente, 20 millones de euros anuales y anota un crecimiento que ronda entre el 13% y el 15%, a excepción del 3% de alza del año del COVID. Ante estas perspectivas, la empresa viguesa de cosmética capilar espera mantener las cifras prepandemia en este ejercicio, según asegura el fundador de Icon, Jorge Rubín.
“Pensé en montar algo distinto. Tenía mucho más que ganar que perder: una empresa en la que hacer lo que me gusta y cómo me gusta”, afirma el fundador. Con un equipo de cuatro personas arrancó la compañía, colaborando con laboratorios en Los Ángeles. Es allí, en la ciudad de las estrellas, donde la compañía fabrica sus productos. En Vigo, se encuentra la sede europea, también su centro de distribución. En Italia, el centro de fabricación de los productos para el tratamiento de color.
De alguna manera, la empresa viguesa vende exclusividad. Así es que, para posicionar sus productos en el segmento premium, Rubín optó por la distribución a través de peluquerías. Estas se articulan como embajadoras de la enseña ya no sólo porque trabajan sus productos en exclusiva, sin ninguna otra marca, –pese a no ser franquicias– sino que además venden estos productos directamente a sus clientas. A cambio, el pequeño negocio se lleva una comisión y recibe formación tanto a nivel empresarial como de técnica de peluquería, así como una plataforma en la que promocionarse en el sector.
“Queremos ser fuertes en Europa y crecer sólidamente en EE UU, un mercado más difícil”
Icon llega con sus productos a 25 países del Viejo Continente, además de Estados Unidos, Canadá, México y Australia. La empresa de cosmética capilar cuenta actualmente con 1.000 peluquerías en España a través de las que comercializa. Su segundo mercado es el francés, donde la firma ha cogido mucha fuerza hasta alcanzar los 800 negocios. Seguido por Italia en tercer lugar, luego Suecia, Alemania y Holanda. Pero el empresario amplía sus ambiciones para los próximos años: estar presente en todos los países de Europa y desembarcar en el mercado asiático. “Ya tuvimos contactos en China y en algunos países de la región estamos presentes, pero no de manera relevante”, reconoce el fundador.
“Nuestro objetivo en España para los próximos cinco años es poder tener un salón en cada pueblo con el que trabajar en exclusiva”
La idea es sumar hasta 1.500 peluquerías en el mercado nacional y alcanzar una facturación de 30 millones de euros en el Viejo Continente en el próximo lustro. “Yo quiero ser fuerte en Europa y crecer sólidamente en Estados Unidos, que es un mercado más difícil porque a nivel de distribución no son tan fieles”, afirma el empresario
Icon cuenta con un salón de peluquería en el centro de Vigo que funciona como escaparate de la enseña y como un centro de pruebas y captación de tendencias. “Es un salón en el que manejo la información necesaria para poder ayudar a otros negocios”, apunta Rubín. La marca ha apostado por la venta directa al consumidor con su tienda online, cuya cifra de negocio ha cosechado un crecimiento exponencial durante la pandemia y prevé llegar a los cuatro millones de facturación este año en este canal. Sin embargo, Rubín descarta la distribución a través de cadenas de perfumería o supermercados.
Icon explora ahora nuevas variantes de sus orgánicos. “Independientemente de lo natural que sea el producto debe ser bueno”, incide el fundador. De hecho, la firma empezó en 2002 posicionándose en el segmento vegano, trabajando con cosmética capilar orgánica, sin parabenos ni sulfatos, Un mensaje popular y de gran calado hoy en el sector.