Abril fue un mes nulo para la industria española de automoción. El confinamiento por el estado de alarma paralizó la actividad haciendo que la producción se desplomase un 98% con respecto al mismo mes de 2019, con apenas 4.844 unidades, un nuevo mínimo histórico. Por hacerse una idea, esas 4.844 unidades las ensamblaba PSA-Vigo en solo dos días antes de que el Covid-19 alterase las reglas de juego de una actividad crucial para las economías gallegas y estatal.

Según Anfac, esta evolución, que demuestra la "especial debilidad en que se encuentra la industria de la automoción española", pasa factura a la producción acumulada, que en los cuatro primeros meses ha caído un 33,6% respecto al año anterior hasta las 652.057 unidades, motivo por el que pide un "plan de choque nacional con medidas de estímulo a la demanda y de mantenimiento del sector".

En abril, también las exportaciones se desplomaron en la misma medida que la producción, ya que se enviaron fuera de las fronteras españolas 3.753 vehículos, un 98% menos que en el mismo mes del año pasado, de los cuales 3.259 eran turismos (un 97,9% menos).

Por tipo de vehículos, la fabricación de turismos se despeñó un 97,5% y la de comerciales e industriales cayó a su "mínima expresión", con sólo 393 unidades fabricadas. A los comerciales ligeros (furgonetas) les fue peor: solo se montaron nueve.