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La producción de motores de gasolina EB Turbo PureTech

Movilización social en Francia para ganar a PSA-Vigo la puja por la línea de motores

Sindicatos y políticos locales y regionales respaldan a la fábrica de Trémery para acoger la inversión - Piden ayudas del Estado para vencer a Balaídos

Serge Maffi, de SIA en Trémery.

Trémery o Vigo. La carrera por la futura línea de producción de motores de gasolina EB Turbo PureTech de PSA Peugeot Citroën encara sus últimas etapas marcada por un incremento de la presión social en Francia para que la multinacional gala adjudique el proyecto al centro de Trémery, la histórica planta de motores del grupo. El SIA, sindicato mayoritario de la fábrica, ha creado un comité de apoyo social que ya ha logrado la adhesión de políticos municipales y regionales, senadores y sindicatos. "Contamos con que Estado y Gobierno se comprometan financieramente concediendo ayudas, permitiendo una ecuación económica más favorable a Trémery que a Vigo", manifestó el portavoz de SIA, Serge Maffi.

Los sindicatos franceses han elevado la pelea por esta nueva línea de motorizacionespelea al rango de "causa nacional", ya que esta instalación garantizaría el futuro industrial de Trémery, que produce mayoritariamente motores diésel (PSA estima para los próximos años una menor demanda de los vehículos diésel frente a una subida de las versiones gasolina), y que emplea a unos 3.500 trabajadores en Moselle. Está en juego la producción de 200.000 motores anuales y una inversión de más de 150 millones de euros.

Fecha límite

La tensión en Francia crece al ritmo que se acerca el final del plazo dado por el presidente de PSA, Carlos Tavares, para adjudicar esta línea: el primer trimestre de 2015. Como ocurrió con el proyecto K9 asignado a Vigo a finales del año pasado, Tavares dejó claro que la nueva unidad de motores (complementaria a la que ya existe en la factoría Française de Mécanique) será para la planta que ofrezca una mayor rentabilidad económica, sin tener en cuenta componentes históricos ni emocionales. Las centrales sindicales de Trémery, factoría que lleva más de treinta años produciendo motores (tiene cuatro líneas de fabricación, tres de motores diésel y una de gasolina), sostienen que meter en la puja a Balaídos -y en un primer momento, también al centro eslovaco de Trnava- solo busca presionar al centro galo para ajustarse el cinturón vía recortes y mejorar sus números.

Sin embargo, fuentes del sector consideran que una posible deslocalización de la producción de motores por parte del grupo PSA es un movimiento lógico dentro de la estrategia de internacionalización de la compañía, ya que es el único fabricante galo que no tiene plantas de mecánica fuera del país. Trémery es una de las principales fábricas de motores diésel de Europa, con una producción de 1,5 millones de unidades al año. El polo industrial de Metz-Trémery emplea en la actualidad unos 5.500 trabajadores. El SIA llama a la movilización para impulsar la competitividad del complejo y vencer a Vigo.

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