El centro de Vigo de PSA Peugeot Citroën se mantiene en la puja por una nueva línea de motores de gasolina EB Turbo PureTech, con capacidad para 200.000 unidades al año, en liza con la histórica planta de mecánica de Trémery y la factoría eslovaca de Trnava, como avanzó FARO. La posibilidad de que esta capacidad se adjudique a una factoría no francesa ha generado una gran polémica en el país galo.

Al igual que con el K9, el presidente de la multinacional francesa, Carlos Tavares, adjudicará en el primer trimestre de 2015 esta nueva línea de motores (complementaria a la que ya existe en la factoría Fraçaise de Mécanique, en Douvrin) a la planta que ofrezca una mayor rentabilidad económica, sin tener en cuenta componentes históricos ni emocionales. Las centrales sindicales de Trémery, factoría que lleva más de treinta años produciendo motores (tiene tres líneas de motores diésel y una de gasolina), sostienen que meter en la puja a Vigo y a Trnava solo busca presionar al centro galo para ajustarse el cinturón vía recortes y conseguir ayudas públicas. Pero fuentes del sector matizan que una posible deslocalización de los motores es un movimiento "lógico" ya que es el único fabricante galo que no tiene plantas de mecánica fuera del país.