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La multinacional pesquera diversifica su negocio

Mozambique encarga al astillero de la filial de Pescanova en el país la reparación de sus trenes

Prevé ampliar acuerdos con la empresa pública Caminhos de Ferro para arreglar locomotoras

La multinacional gallega dispone de una flota de más de 30 buques marisqueros en el país a través de la filial Pescamar Ltd. con los que faena gamba o camarón. // Pescanova

Los tentáculos de Pescanova se extendieron en los años 80 a Mozambique cuando entró en vigor la normativa de la ONU que ampliaba desde las 12 hasta las 200 millas las aguas territoriales de cada país costero, por lo que desde la firma de Chapela crearon empresas mixtas en Guinea, Camerún o Uruguay. En las localidades mozambiqueñas de Quelimane y Beira está instalada, desde entonces, la filial Pescamar Ltd., que dispone de la mayor flota del país y de un astillero concebido para la reparación de sus propios buques. Éste opera bajo el nombre de Beiranave y, en su taller mecánico, se "hacían esporádicamente trabajos" para la empresa Caminhos de Ferro, la compañía estatal del ferrocarril de Mozambique. Ahora Beiranave prevé, según reconoce el propio Ministerio de Exteriores español, convertirse en el centro de referencia local para la reparación de locomotoras del ferrocarril con la intención de mejorar las líneas entre Beira, la capital -Maputo- y, especialmente, el norte del país. Allí se han descubierto grandes yacimientos de petróleo y gas, por lo que el Gobierno local quiere mejorar las conexiones ferroviarias.

El embajador de España en Mozambique, Santiago Miralles, visitó este verano las instalaciones de Pescamar en Beira, así como el astillero. "Se espera que con la próxima explotación de gas en la zona norte del país aumente la demanda de mantenimiento donde, hoy por hoy, es la única empresa que puede ofrecer este servicio" de reparación y adecuación de las máquinas locomotoras para Caminhos de Ferro. El de Beiranave "es un astillero con un dique seco y un taller mecánico", explican fuentes próximas a la multinacional gallega. El dique "no es grande" y tiene una capacidad para meter barcos de unos 90 metros de eslora. Con todo, es el de mayor dimensión no solo de Mozambique, sino de gran parte de la costa oriental africana. Entre Durban (Sudáfrica) y Mombasa (Kenia) no existen instalaciones como las de Beiranave, detalla el propio embajador español. "Tanto las instalaciones como el negocio" pertenecen al Estado, recuerdan desde el entorno de Pescanova, y está sujeto a una concesión de arrendamiento que se renueva cada diez años. Antes que Pescanova los terrenos estuvieron en manos de empresarios de Portugal y Francia. La plantilla estimada de Beiranave ronda los 80 trabajadores, según pudo saber FARO.

"Impresiona saber que hoy por hoy tienen -en referencia a la filial de Pescanova- 32 barcos operativos y 1.000 trabajadores" o que "disponen de un dique seco enorme en Beira donde reparan cada año un centenar de barcos, propios y ajenos", expresó el embajador a través de su blog, disponible en la página web del Ministerio de Exteriores. "La colonia española en todas las provincias centrales del país están vinculadas en buena medida" a Pescanova, y eso "justifica" que su director, Francisco Vilas, "sea también nuestro cónsul honorario" en la localidad pesquera de Beira, zanjó el diplomático.

El portal económico Economía Digital publicó ayer una información en la que, además de destacar el papel de Pescamar en el futuro del ferrocarril de Mozambique, especulaba con la posibilidad de que su astillero pudiera ser la referencia para los buques offshore que empiecen a trabajar en aguas del país después de que grandes petroleras como ENI o GDP hayan descubierto yacimientos de crudo.

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