Donramiro, espejo para el magisterio en España

El centro lalinense participa junto a otros 40 en el Congreso Nacional Escuela Rural organizado por la Xunta en Ribadavia

La profesora Flora Mato (primera por la izquierda) en las intervenciones y (abajo) ambiente del congreso.

La profesora Flora Mato (primera por la izquierda) en las intervenciones y (abajo) ambiente del congreso.

alfonso loño

La de Donramiro es una de las escuelas que muchos padres de Lalín anhelan para que sus hijos se estrenen en la primera etapa de su formación. Su modelo educativo, estar localizada en medio de una aldea rodada de espacios naturales y entre vecinos que pastorean su ganado con los que comparten experiencias vitales son algunas de las razones por las que la única escuela unitaria de las comarcas se haya ganado una más que merecida fama. En su única aula conviven una veintena de niños de entre 3 y 5 años; desde los que entran por primera vez en un centro, hasta los que preparan su ingreso en la educación primaria.

Donramiro, espejo para el magisterio en España

Donramiro, espejo para el magisterio en España / alfonso loño

La Escola de Educación Infantil (EEI) de Donramiro fue seleccionada para numerosos proyectos precisamente por su singularidad y ayer estuvo presente en el II Congreso Nacional Escuela Rural organizado por la Xunta en Ribadavia. La directora del centro, Flora Mato, intervino en una de las ponencias. En la mesa denominada Panel de Expertos. La escuela rural en Galicia, compartió auditorio con coordinadores de escuelas de A Coruña, Lugo y Ourense. En un encuentro en el que tomaron parte 40 centros de toda España, Flora Mato destacó que en sus 12 años al frente del colegio de Donramiro este centro siempre asentó en la innovación sus pilares básicos. “Nuestra escuela intenta ser rica, curiosa, abierta a la comunidad y al entorno, inconformista, transgresora, reivindicativa, culta, activa y serena a la vez”. A su juicio es precisamente esta pausa y la personalización de la educación, además del acompañamiento respetuoso, el trato familiar o la inmersión en el entorno como espacio educativo algunas de las claves. “De aquella época que encontré en 2011 no queda nada. La nuestra fue una transformación desde dentro, un cambio de mirada lento, fruto de mucha reflexión y formación a lo largo de los años; tiempo en los que amplié mi imaginario y en los que poco a poco fui dando forma a un espacio amable y cuidado, donde nos gusta estar y compartir”, explicó.

En esta escuela conviven las nuevas tecnologías y la metodología más avanzada con principios pedagógicos de finales del siglo XIX y principios del XX. Los pequeños que anteayer, por ejemplo, visitaron una exposición de Antón Lamazares en Santiago, al día siguiente pueden estar plantando hortalizas en el patio del centro o decorando robles centenarios con materiales ecológicos.

En este congreso intervino también el conselleiro de Educación, Román Rodríguez, quien destacó el “gran logro de la escuela rural como un modelo educativo de vanguardia que es ejemplo de cohesión social y capaz de generar igualdad de oportunidades”. Aludió el político lalinense al reto que supone para la administración gestionar un sistema en un territorio que representa el 5% de la geografía española, pero en el que concentran la mitad de las entidades singulares de población. Y manifestó que entre los retos está el de “adaptar” el sistema educativo rural “a una demografía cada vez más decreciente y escasa”.