Un agoladés denuncia que tiran cadáveres de terneros en una finca suya de As Trabancas

La parcela se encuentra lejos de viviendas y la atraviesa la antigua carretera a Ventosa

El esqueleto del ternero que apareció en la finca.

El esqueleto del ternero que apareció en la finca. / Cedida

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

Jesús Calvo Miguélez adquirió una finca de casi 5.000 metros cuadrados en As Trabancas hace seis años. Como la parcela se encuentra lejos tanto de las viviendas de esta aldea como del lugar de residencia de su propietario, en Esperante, no se dedica a cultivo y está atravesada por la antigua carretera a Ventosa, algunos la confunden con un vertedero. Hace un par de años, el dueño ya tuvo que retirar del interior “neveras y otros residuos” que alguien depositó en lugar de llevarlos a un punto limpio para su correcta gestión.

Un agoladés denuncia que tiran cadáveres de terneros en una finca suya de As Trabancas

Parte de un maxilar de un ternero. / Cedida

Peor ha sido lo que Jesús Calvo se encontró días atrás dando un paseo por la finca: el esqueleto de un ternero. “No es la primera vez que me ocurre”, relata, así que en esta ocasión ha decidido interponer una denuncia ante el Seprona, para dejar claro que él no es el responsable de este delito medioambiental. Es muy probable que el cadáver lleve tiempo allí depositado, ya que quedan solo los huesos. El afectado tiene claro que las personas que tiraron allí los becerros muertos ni siquiera tienen por qué entrar en la parcela: conducen por la carretera que pasa por el medio de la parcela y, desde allí, arrojan el animal hacia dentro.

Desde principios de siglo y debido a la aparición del mal de las vacas locas, está en marcha en todo el Estado un servicio de retirada de cadáveres de animales en las explotaciones ganaderas. En 2017, en la comunidad vecina de Asturias sí se permitió el abandono de cadáveres en más de 300 zonas de pasto para que sirviesen de alimento a buitres y, de forma indirecta, al lobo, pero esto no ocurre en Galicia. Así que lo lógico es que los dueños de esos terneros muertos hubiesen contactado con el seguro de la explotación para la correcta retirada del animal, máxime si estas reses murieron a causa de algún brote en esa granja, en lugar de depositarlos en esta finca. Jesús Calvo apunta que los anteriores dueños de la parcela nunca habían pasado por una situación similar. Puede que sea un acto (bastante grave) de incivismo o, lo que es peor, una falta de respeto a quien es hermano del actual regidor de Agolada.

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