Un cocido que se come con la vista

El coruñés Fernando Pereira contribuye al alcance internacional de la fiesta de Lalín con un colorido cartel de estilo abstracto

Fernando Pereira, en su estudio con lienzos y su cartel diseñado para la LVI Feira do Cocido de Lalín.

Fernando Pereira, en su estudio con lienzos y su cartel diseñado para la LVI Feira do Cocido de Lalín. / IAGO LÓPEZ

R. D. Rodríguez

El cocido de Lalín, su Feira do Cocido, es desde hace cuatro años una fiesta de Interés Turístico Internacional. Todo cuanto la rodea ha cobrado una relevancia mayor desde 2020, por tanto su cartel también, y no solo con el inicio de la presente década, porque es la imagen que lo publicita cada año desde hace 56 y que cruza las fronteras autonómicas. En 2024 el embajador del cocido lalinense es un coruñés a través de su arte, el pintor Fernando Pereira. Un cerdo sobre un fondo blanco salpicado de coloridos elementos abstractos invita este año desde el cartel a darse todo un atracón con el manjar culinario internacional de Lalín el próximo 4 de febrero.

“Quería que se me reconociese con solo ver la imagen, que no hubiera que acercar la vista a la esquina para leer la firma”, confiesa Pereira en su estudio de la calle Torreiro. “Es una imagen muy mía”, añade, “figurativa y a la vez abstracta”. Dice Pereira que contó con “libertad creativa” y, entre risas, que “de momento” no ha recibido una crítica “mala”.

Le llevó tres meses terminar el proyecto, desde que recurrió a la hemeroteca para fijarse en los diseños de los autores que, como él, tuvieron el encargo del Concello de Lalín, hasta que llegó al resultado deseado, pasando por varios bocetos y modificaciones del dibujo. “Ya estoy en el grupo selecto”, expresa al referirse a los artistas que desde hace más de medio siglo contribuyen con su técnica artística a divulgar el patrimonio gastronómico de Lalín. Pereira sucede a Diego de Giráldez como autor del cartel, que antes fue encomendado a Antonio García Patiño, Miguel Peralta, Paco Pestana o a los escultores Francisco Leiro y Manolo Paz. “Me ha hecho mucha ilusión que me lo pidieran, porque el cartel tiene tanta fama como el cocido”.

El gen artístico está en Fernando Pereira desde que nació. Hijo de Tomás Pereira, uno de los integrantes de la llamada generación pictórica de los insurgentes junto a autores como Abelenda, Antonio Tenreiro o Alejandro G. Pascual, heredó de aquel grupo el gusto por el estilo figurativo con tendencia al expresionismo y a la abstracción. “Ayudaba a mi padre en el estudio, con él aprendí todo”, admite. Pero resalta que es la música el motor que activa su arte, el factor que lo inspira y que lo acompaña en todas las horas que dedica a llenar los lienzos de mensaje y color.

“La música y la pintura están muy unidas para mí, es algo muy personal que depende del estado de ánimo y que me da ritmo para que fluyan las líneas de mi pintura”, explica. Coleccionista pasional de vinilos —posee más de 30.000—, buscador “de todo y de lo último”, Pereira reconoce que durante la preparación del cartel para la Feira do Cocido le ayudaron mucho en su estudio las canciones de un músico reciente que le “enamoró”, el británico Sam Fender.

Avanza Fernando Pereira que lleva un tiempo encerrado entre lienzos y pinceles preparando una nueva colección para una muestra que este año programará la casa-museo Casares Quiroga, una propuesta “para divertirse” y en la que juega con los estilos figurativo y abstracto de su pintura.

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