Los daños colaterales de la subida del IBI: los propietarios incrementan el precio del alquiler

Se nota en arrendadores particulares o en viviendas que han quedado libres recientemente | La escasez de oferta y la especulación dan lugar a importes desorbitados en A Estrada, donde se anuncian pisos por más de 600 euros

Inmuebles con el cartel de “se vende” en la calle Iryda. |   //BERNABÉ/ CRIS M.V.

Inmuebles con el cartel de “se vende” en la calle Iryda. | //BERNABÉ/ CRIS M.V. / nerea couceiro

La subida del Impuesto sobre Bienes Inmuebles en A Estrada y Lalín ha causado bastante revuelo en los últimos meses. Son muchos los vecinos propietarios que ven con malos ojos este incremento fiscal, aunque ellos no serán los únicos perjudicados por la nueva medida. Lo cierto es que en muchos casos este incremento no lo pagarán los propietarios de los inmuebles, sino sus inquilinos actuales o los futuros.

En A Estrada, la inmobiliaria Köbel ya ha notado estas modificaciones en los precios del alquiler, los cuales “ya están desorbitados ahora mismo”, afirma Javier Ribadavia. “Se nota más en pisos que se han quedado vacíos ahora y los propietarios piden subir unos 40 o 50 euros, pero no más de eso” sostiene el agente inmobiliario. Estos incrementos se suman así a importes que ya se encuentran inflados debido, principalmente, a la falta de oferta de pisos para alquilar en la villa estradense, frente a una demanda que genera listas de espera constantes en los negocios inmobiliarios de la zona y que permite que los comúnmente conocidos como “caseros” puedan especular con el precio de la vivienda.

Javier Ribadavia explica que cuando esto sucede, desde su inmobiliaria intentan negociar para que ese precio baje y se ajuste al verdadero valor del piso, así como al lugar donde se encuentra. “Intentamos hacerles ver que pedir 600 o 700 euros por un piso en A Estrada es demasiado, pero si no aún así no ceden, normalmente ya no los cogemos porque no nos sentimos bien con la operación”, señala.

Decir que no a un propietario porque este intenta arrendar una propiedad por un importe muy por encima de su valor es para este agente inmobiliario “una cuestión de responsabilidad”. “La situación actual va a tener que regularse en algún momento y es responsabilidad de los que trabajamos en este sector contribuir para que esto pase”, declara.

Con todo, y pese a sus esfuerzos, lo cierto es que muchos arrendatarios experimentarán subidas de cara al próximo año, especialmente aquellos que alquilan a particulares. Aún así, esta no es la visión que comparten todos los empresarios del sector local. Alejandro García, de Habita Servicios, confiesa que en su caso todavía no se han notado los efectos de la subida del IBI ni cree que vayan a producirse. “De momento no tenemos conocimiento de que esto esté sucediendo ni que vaya a pasar, tanto en viviendas como en locales comerciales”, confiesa.

Según García, las subidas anuales están sujetas a las del IPC y limitadas por el Gobierno, por lo que expone que es difícil que el encarecimiento del alquiler se produzca en circunstancias reguladas. “Puede que en viviendas que están vacías y se lanzan al mercado sí se note más adelante, pero por lo general esto pasa con arrendadores particulares”, cuenta García.

Otro punto en el que discrepan Köbel y Habita es en el precio medio del alquiler en A Estrada. Mientras que la primera sitúa la cifra entre los 650 y 700 euros para viviendas de dos habitaciones, la segunda afirma categóricamente que es imposible arrendar un piso por más de 500 euros en la villa. “El importe medio está en los 450 euros”, comparte Alejandro García.

A pesar de estas discrepancias, en lo que sí coinciden ambas entidades es en la escasez de inmuebles destinados al alquiler y en como esta afecta directamente al importe que cada mes pagan los inquilinos o las personas en busca de vivienda.

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Si en el alquiler de vivienda la falta de oferta marca la alza de los precios, en el caso de los locales comerciales no existe una regla que explique los costos desorbitados. Javier Ribadavia, quien también conoce el mercado pontevedrés, afirma que alquila locales mucho más asequibles en la capital de provincia que en la localidad estradense. “Lo que llaman la milla de oro es un despropósito, hay bajos por los que se piden más de 1.000 euros cuando en Pontevedra los tengo por 400 y 500 de muy buena calidad”, sostiene. Asimismo, el agente inmobiliario recalca que esto disminuye la capacidad de dinamización del comercio local: “si le cobras tanto, es difícil que la gente se anime a montar un negocio”.

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La especulación con el precio de la vivienda en A Estrada no para de crecer. Según afirman los profesionales del sector, el motivo se encuentra en la escasez de inmuebles para alquilar frente a una demanda en constante aumento. Si la situación no se regulariza, hacerse con un piso en la villa podría superar los 800 euros al mes, pero...¿qué se puede hacer para estabilizarlo?. Los gobiernos locales no tienen competencias en esta área, por lo que no pueden poner un techo al precio. Su única herramienta es ampliar el parque de vivienda con fondos públicos.

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