Silleda vuelve a dar lecciones en verde

Forma parte de un proyecto europeo para poner en marcha comunidades energéticas solares en 22 municipios de Galicia y 12 de Estonia en un plazo de cuatro años

Reunión de miembros del consorcio del programa EC4RURAL.   | // FUNDACIÓN JUANA DE VEGA

Reunión de miembros del consorcio del programa EC4RURAL. | // FUNDACIÓN JUANA DE VEGA / Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

Salomé Soutelo

El 26 de octubre de 2018, hace casi cinco años, el entonces conselleiro de Industria, Francisco Conde y el alcalde, Manuel Cuiña, inauguraban la red de calor a base de biomasa, que facilita energía ya a media docena de inmuebles público-privados y que ha despertado el interés de varias comunidades de vecinos. Este proyecto tiene ahora pendiente la planta de producción de astilla, y su carácter pionero en sostenibilidad ya se vio compensado con el premio al mejor proyecto en energías renovables en 2019, un galardón de la Asociación de Enxeñeiros Industriais de Galicia.

Y es posible que vengan más distinciones, pero ya de una manera compartida. Silleda es uno de los 22 municipios gallegos que desde el pasado 1 de septiembre y hasta 2027 participará en el proyecto EC4RURAL. La iniciativa está financiada por el Programa Life de la Unión Europea con 1,58 millones de euros, de los que 700.000 se movilizarán en Galicia, y quiere contribuir a que las zonas más despobladas puedan acceder al consumo de energías verdes. El consorcio de este proyecto está integrado por entidades españolas, pero también estonias, ya que afectará a 12 municipios de este país báltico. Así, por parte española participan la Universidade de Vigo, la Fegamp, Sapiens Energía, Espazocoop Unión de Cooperativas Gallegas y la Fundación Juana de Vega, mientras que desde Estonia aportan su conocimiento la Asociación de Ciudades y Municipios de Estonia, la Universidad de Tartu, la Agencia Regional de Energía de Tartu y el Sindicato Leader.

Concienciar

Tras un análisis de la situación de cada uno de los 34 municipios, el programa definirá qué planes se desarrollan para impulsar en ellos comunidades energéticas. De forma paralela, quiere mejorar el diálogo entre los ayuntamientos y los grupos de acción local, pero también concienciar sobre las energías renovables y sus beneficios en el rural y, de paso, animar a la ciudadanía a liderar iniciativas que, en este caso, pueden reducir su factura de la luz. La intención fundamental es, como decimos, promover comunidades energéticas en zonas rurales en aquellos concellos que, como Silleda, están en el abanico de los 10.000 habitantes pero que no pueden parar la sangría demográfica. De la provincia de Pontevedra participan otros tres municipios: O Rosal, Salvaterra de Miño y Tomiño.

El espacio de trabajo conjunto finalizará con la instalación de dos proyectos piloto, uno en Galicia y otro en Estonia, para producir electricidad a base de paneles fotovoltaicos. Estos dos proyectos piloto serán la semilla para que otros ayuntamientos rurales de la UE se animan a apostar por la energía verde.

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