Ángel Bugallo Fernández nnficha personal | Gerente comercial

“En unos años debemos ser un lugar de referencia en Deza y Tabeirós”

Tras pasar por Termas de Cuntis y Talaso Atlántico, el estradense dirigirá el Pazo de Xerlís

Ángel Bugallo Fernández, ayer, en las instalaciones del Pazo de Xerlís.   | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN

Ángel Bugallo Fernández, ayer, en las instalaciones del Pazo de Xerlís. | // BERNABÉ/JAVIER LALÍN / LOis Docampo

Ángel Bugallo lleva 18 años ligado al mundo de los eventos. Su nombre sin embargo cobró fuerza en el sector tras el gran trabajo que realizó como gerente en Termas de Cuntis, un espacio que convirtió en un referente para la organización de eventos en la zona. Hace un año decidió cambiar de aires al aceptar el paso adelante que le ofrecía el prestigioso Talaso Atlántico. Ahora, y por sorpresa, el estradense regresa para hacerse cargo de la gestión del histórico Pazo de Xerlís.

–¿Cómo surgió el proyecto de hacerse cargo de la dirección del Pazo de Xerlís?

–Todo empezó sobre las fiestas de A Estrada. Yo siempre tuve mucha relación con Adriana Abelleiro, de Sala Gradín. A menudo hablábamos de temas de trabajo e intercambiábamos opiniones sobre la situación en este mercado. En junio me planteó la opción de venirme para el pazo. Inicialmente solo eran conversaciones en las que quería transmitirme su idea. Ella quería cederme la gestión del pazo para poder centrarse en el tema de los caterings y del Parlamento. Debo decir que mi intención no era marcharme del Talaso pero hubo circunstancias familiares en esa época, cuando murió mi abuela. Ahí lo pasé mal y comencé a valorar que trabajar lejos de casa me afectaba. Eso fue clave a la hora de aceptar su oferta.

–¿Cuál es el objetivo que se marca ahora?

–El objetivo es darle una identidad propia al espacio. Eso ya lo comenzamos a trabajar con esa línea de Esencia Xerlís. Si echamos la vista atrás, Xerlís, a través de Sala Gradín, lleva casi 100 años en el mundo de los eventos. La idea es recuperar esa esencia de trabajo, de cercanía, de casa y darle una identidad propia. No queremos que sea un establecimiento más, sino algo que se identifique con un nombre propio. A partir de ahí, debemos ver en estos momentos en qué punto se encuentra con respecto a establecimientos que vemos como nuestra competencia. Luego toca hacerse un nicho en el sector. En un plazo de dos, tres o cuatro años debemos convertir el Pazo de Xerlís en un lugar de referencia en Deza y Tabeirós. Creo que, por potencial e instalaciones, se puede conseguir. Ahora mismo al pazo solo le falta un poco de mimo, de cariño y de dedicarle horas. A lo mejor hasta ahora, la saturación de la propia dirección no permitía dedicarle ese tiempo.

–Un pazo emblemático como este tiene mucho que vender.

–Hay que partir de lo qué tenemos bueno. Uno es la ubicación y otro a experiencia de años de trabajo que tiene Sala Gradín detrás. Luego, es un establecimiento que viene desde el siglo XVI y que se reformó en el año 2012. Desde ese momento no se fue adecuando o renovando con respecto a las actualizaciones del mundo de los eventos. En ese sentido sí que hay que ponerse un poco las pilas. Debemos revertir esa situación. No es algo que podamos hacer de un día para otro, pero debemos hacerlo. No son cambios muy drásticos. Son cambios estéticos, de forma de trabajar o en filosofía de evento, pero no mucho más.

–Este proyecto recuerda mucho al que puso en marcha en su día en Termas de Cuntis, ¿opina lo mismo?

–Sí que me indentifico con lo que sucedió cuando llegué a Termas, con la diferencia de que, cuando yo llegué allí tenía un desconocimiento total de lo que era el sector y el mundo laboral en este ámbito. Ahora Termas es un establecimiento que está en boca de todos y se hizo un nombre pero en el año 2016 la gente en general no sabía que allí se organizaban ese tipo de eventos.

“La competencia es cada vez más brutal”

–Esa fue una gran experiencia personal.

–En esos primeros años la labor que tuve que hacer allí sí que es similar a la de aquí, con la diferencia de que ahora tengo la experiencia de mi trabajo tanto en Termas como en el Talaso, donde mi trabajo también fue similar. Cuando empecé tuve que ir mucho a ensayo-error, ir viendo las cosas que funcionaban y las que no. Eso ayuda para ir aprendiendo y mejorando.

–Hablaba de Talaso, en ese caso su labor fue incluso más allá.

–Mi llegada al Talaso fue totalmente distinta. El Termas se me contrató para llevar el departamento de eventos. Estaba allí para vender, pero mi iniciativa me llevó a realizar cambios para mejorar. Al Talaso llegué porque había perdido una parte de la plantilla que se había ido a un establecimiento que abrió en la zona de Samil. La dirección buscaba una persona para eventos pero también que propusiera cambios y mejoras para aumentar su potencial y poder competir con los principales rivales de su entorno. Querían ideas.

–¿Cómo valora el estado del sector en la zona de A Estrada y alrededores?

–El mundo de los eventos en general ha cambiado mucho, no solo en A Estrada sino en toda España. Antes la gente buscaba la proximidad, la comodidad o la confianza. Ahora la competencia es cada vez más brutal. Hay pequeños establecimientos que antes organizaban tres o cuatro cosas al año y que han modificado su forma de trabajar para intentar ganar una parte de este nicho de mercado. Eso te obliga a estar siempre en busca de renovación para mantener tu estatus en el mercado. En la zona de Deza por ejemplo tienen en pocos kilómetros pazos, fincas y establecimientos muy renovados. La parte buena es que, cuanto mayor sea la competencia, más te obliga a mejorar. Si quieres estar ahí tienes que marcar la diferencia con tu forma de hacer las cosas.

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