Lanzan al mercado en Lalín un centenar de pisos que acabaron en manos de la banca

La escasez de vivienda nueva en la capital dezana ha forzado al mercado a recuperar promociones inacabadas para colocarlas en el mercado o incluso a poner en venta edificios completos que, en muchos, casos deben ser rehabilitados para que reúnan las condiciones óptimas para su comercialización. El pinchazo de la burbuja inmobiliaria trajo consigo la quiebra de promotoras y numerosas edificaciones tanto en el casco urbano como en la periferia que acabaron en manos de la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb), entidad estatal conocida popularmente como el banco malo.

Ahora, agencias inmobiliarias como la lalinense Inverdeza ejercen de comercializadores de parte de estas promociones. Este es el caso de un bloque situado en la calle Nuno Eanes de Cercio compuesto por 34 viviendas, 37 trasteros y cinco locales comerciales que se vente íntegro al no disponer por el momento de los preceptivos certificados que permitan la venta de los pisos por separado. Este bloque había comenzado a comercializarse por una promotora local que, tras su quiebra, dejó sin casa a decenas de lalinenses que habían realizado importantes aportaciones económicas. Tras manifestaciones y pleitos judiciales, recientemente se resolvieron algunas sentencias. Parte de la promoción es de la Sareb.

Lo mismo acontece con el edificio de la calle Otero Pedrayo que provoca graves filtraciones de agua a otro anexo. En este caso están en venta 9 pisos y dos locales comerciales, que también se comercializan en bloque. En el plan de A Viuda el banco malo tiene la propiedad de una edificación en estructura de la extinta promotora Eprovisa, que también se vende en su conjunto, y que consta de 40 pisos. El valor, solo de los hogares ronda los 645.000 euros y antes de su habitabilidad es preciso que se conforme una entidad que pueda gestionar su funcionamiento como una entidad comunitaria. Los pisos más pequeños son de 71 metros cuadrados construidos [55 útiles] , mientras que las viviendas más amplias cuentan con 116 m2 [89 útiles].

Por otro lado, Inverdeza cuenta en su cartera inmobiliaria con un edificio que una de sus fachadas da a la calle Ponte, en su momento promovido por una sociedad privada del municipio, pero que también acabó en manos de una entidad bancaria. Está compuesto por 27 viviendas, distribuidas en tres portales, de uno, dos o tres dormitorios. Para su rehabilitación se apostó por materiales de primera calidad y el precio de los pisos parte de 84.000 euros. A diferencia de los otros bloques mencionados, en este los hogares están listos para entrar a vivir en ellos e incluso fue habilitado el piso piloto.

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