El alcalde de Lalín, José Crespo, compartió ayer un desayuno con los medios de comunicación locales y con tres de sus ediles, Paz Pérez, Avelino Souto, y José Cuñarro, para hacer balance de este año y de paso anunciar proyectos para lo que queda de mandato. Días atrás ya incidió en la ampliación del Lalín 2000, las obras del futuro Centro Integral de Saúde, las inversiones para mejorar el alcantarillado (6 millones el año que viene), las pistas (700.000 euros) y el alumbrado en el rural, o las gestiones para conseguir bonificaciones para la AP-53, que considera viables.

Crespo entiende que 2022 será crucial, al ser el ejercicio anterior a las elecciones. Por eso, el gobierno trabaja ya con una empresa para ofertar paquetes turísticos de un día, un puente festivo o un fin de semana en Lalín, que serán difundidos en 900 agencias turísticas de toda España. Y estos packs contarán con el aliciente del AVE, recién estrenado y que coloca a Lalín a 3 horas de la estación madrileña de Chamartín.

Crespo se inspiró, para hacer realidad estos paquetes turísticos, en el “Un día en el rural” del pueblo hermanado de Chascomús, en Argentina. Esta iniciativa recogía a visitantes en Buenos Aires y les permitía disfrutar de las costumbres del lugar. También hay que recordar otro antecedente, más cercano geográficamente: el colectivo Ouro Verde, montado en 2008 por distintas empresas vinculadas al rural, también pretendía ofrecer un turismo distinto al de sol y playa de la costa.

Desestacionalizar el Cocido

En el caso de los packs de Lalín, la visita ayudará a difundir aún más el Cocido (que va camino de desestacionalizarse), y de paso dará a conocer otros productos de la comarca como los quesos o su miel, que, por cierto, tendrá una feria cuya fecha se conocerá en breve. El gobierno local quiere poner en marcha un Museo do Mel, para el que colaborará con distintas asociaciones. Y tiene sus motivos, dadas las excelentes cosechas que proporcionan los montes de O Saldoiro, Carrio o Candán, la zona con más alvarizas de Galicia.

Durante su intervención, Crespo reiteró que éste será el mandato del rural, pero no por ello renuncia, pese a la pandemia, a una intervención de calado, la Gran Praza en el centro de la villa, que tendría una estructura cubierta y permitiría urbanizar la calle X.

En un repaso del mandato, Crespo admitió que en 2019 partía con un equipo de 6 mujeres y 4 hombres “novatos e inconexos entre ellos” y que ahora, dos años después, conforman un gobierno cohesionado y líder, con cada concejal entregado plenamente a sus áreas.

Normalizar la vida política

Hizo mención, también, a la normalización de la vida política, al lograr un respeto entre el gobierno y los partidos de la oposición. Aludió a los beneficios de encajar las críticas de la oposición y apuntó que “seguiré en esta línea, aunque tengamos menos rédito político”. En aras de esa normalización, alabó la labor política del socialista Cristóbal Fernández, quien renuncia en el pleno de hoy.

Rúa do Areal, ¿adjudicada el año que viene?

El tremendo lavado de cara que sufre el casco urbano de Lalín ya desde el anterior mandato del gobierno cuatripartito también está pendiente de otra intervención importante, la de la Rúa do Areal. Estas obras cuentan con una partida de 800.000 euros en el presupuesto de 2022, siendo la inversión más alta en el casco urbano. La intención del gobierno popular es intervenir en el tramo desde la Rotonda dos Cabalos en un tramo que pertenece al Estado, al ser la N-640.

Por eso, además de redactar el proyecto será necesario pedir distintos permisos, que pueden dilatar meses la licitación. Crespo apunta que se conforma con que esté adjudicada el año que viene, “y ya me valdría que se hiciese después de Reyes” de 2023, aunque no esté terminada cuando tengan lugar las elecciones municipales. Remató su intervención convencido de que el presente mandato “aunque marcado por la pandemia, va a ser bueno para Lalín. El horizonte que se divisa es esperanzador”.