El alcalde de Lalín, José Crespo, hizo ayer en la radio municipal un balance del año, del que quiso destacar cuatro grandes inversiones: la reforma del alumbrado público con la ayuda del IDAE, la subvención del Plan Reacpon (1,3 millones) para ampliar el cementerio Fraga do Alén; la reforma de la primera parte del nuevo campo de O Cortizo y el arranque de las obras del futuro Centro Integral de Saude. Sobre el CIS, Crespo calcula que esté rematado a finales del año que viene, de modo que podría comenzar a funcionar en el primer semestre de 2023. De cara a sus prestaciones, “en los últimos tres meses hice ya seis ó siete reuniones para mirar lo que lleva dentro, que tiene que ir en fases”, añade.

El gobierno de Lalín quiere sumar a estas reformas de calado otra pendiente desde hace años, la de la Plaza de Abastos. Como anunció días atrás, encargará un plan de usos y un anteproyecto para optar a una línea de ayudas para zonas comerciales de los fondos europeos Next Generation, que distribuye el gobierno estatal. Sobre este punto, Crespo apunta que el estudio de Abastos permitirá revisar el modelo de plaza y diseñar la reforma de la planta baja, que antaño sirvió de matadero. Considera que el inmueble “es un espacio con muchas posibilidades y creemos que nos van a apuntar hacia un destino gastronómico de producto de primera calidad”.

Sin respuesta ministerial

Lalín trabaja también en un proyecto de turismo adaptado a destinos enogastronómicos, otra de las líneas de los Next Generation. No faltará el Cocido, pero tampoco otros reclamos con un gran tirón durante la pandemia, como la naturaleza o las rutas de senderismo. El regidor quiere reprender al gobierno estatal porque la primera línea de ayudas al comercio, publicada hace un par de meses, daba solo un margen de 15 días para remitir proyectos. Lalín logró enviar una propuesta para la instalación de elementos de imagen con los que difundir el comercio lalinense y sus productos. A día de hoy, “no sabemos si el ministerio aprobó o rechazó la propuesta, porque no nos dijeron nada”.

Días atrás, la Xunta mantuvo un encuentro con alcaldes de la provincia, para anunciarles herramientas de información sobre los parques eólicos. Lalín está afectado sobre todo por Val do Folgoso y Monte dos Porcallos, que están fuera de las áreas de desarrollo eólico (ADE) que marca la Xunta. En vista del informe desfavorable de los gobiernos local y autonómico, el Ministerio para la Transición Ecológica debería paralizar su tramitación, pero parece que prefiere agotar todas las vías antes de suspenderlos de forma definitiva.