Con más de cuatro décadas de experiencia en el sector de la artesanía a sus espaldas, el artista estradense Fernando Porto hace balance. Le apasiona lo que hace y le gusta ver sus obras de hoy pero también las de antaño. Por eso, ha decidido recopilar su obra y organizarla para darla a conocer a través de su página web.

Más allá de sus creaciones de artesanía en cerámica, bronce, joyería, telas y arte fractal, también atesora dibujos, poesía, fotografía y hasta material audiovisual de imágenes fractales especialmente adecuado para poner de fondo durante las actuaciones de las orquestas. Son distintos frutos de una misma creatividad, arrolladora.

Toca muchos palos bajo la pretensión de "ofertar cosas maravillosas. Busca "que la gente se quede con la magia" de sus creaciones. Algunas son plenamente imaginarias. Otras beben de la realidad, como A Torre de Guimarei convertida en lapicero. Es una pieza que le piden habitualmente. Es lo bueno de ser artesano. Cada una de sus piezas es única. Pero, a la vez, le dan la posibilidad al cliente de apostar por un regalo personalizado. Cada uno de ellos es un nuevo reto que incentiva la creatividad de este artesano cuyo nombre ya le ha trascendido y se ha convertido en marca.