Un firme peligroso en días de lluvia, la paulatina supresión de personal en las cabinas de pago o un precio prohibitivo parece que no son motivos suficientes para que la utilización de esta vía se estanque o caiga, sino que en los últimos años marque una gráfica en permanente aumento. Para muchos usuarios el hábito de uso de la AP-53 para viajar entre la capital de Galicia y la comarca dezana -en Dozón se toma la autovía libre de peaje para la conexión con Ourense y desde allí a la meseta- pesa más que los 12 euros exactos - el doble para los vehículos de mayor tonelaje- que cuesta el desplazamiento entre Lalín y Compostela para los turismos por los 41 kilómetros que separan Santiago de la salida del parque empresarial dezano.

Desde que en diciembre de 2003 se abriese el primer tramo de la autopista, entre Santiago y Silleda, el precio por circular por la vía estatal no ha parado de crecer y solo algún año hubo pírricas caídas. Sin entrar en detalles de los costes por cada uno de los trayectos y tomamos como referencia Compostela y el Alto de Santo Domingo (Dozón) -el tramo entre Lalín y esta última localidad dezana es libre, pero se paga independientemente que se complete o no- podemos concluir que el coste de la AP-53 prácticamente se ha doblado desde su apertura pues ahora son 12 euros por el viaje de ida y vuelta y entonces costaba 6,9.

A punto de entrar en la recta final del año, son muchos los usuarios que tienen en mente cómo se actualizarán las tarifas, máxime con un IPC positivo. En semanas deberíamos conocer la propuesta de la concesionaria de una vía, aún, en manos del Ministerio de Fomento.