El Condado Decense: los reyes Andeca y Wamba

La primera referencia escrita sobre el Condado de Deza aparece en el I Concilio de Lugo, que se celebró en enero del año 569

Estatua de Wamba frente al palacio Real de Madrid.   | // A.V.N.

Estatua de Wamba frente al palacio Real de Madrid. | // A.V.N. / antonio vidal neira

antonio vidal neira

La división en condados, como célula básica de gobierno, fue una de las peculiaridades del reino suevo. Durante la época sueva, la Tierra de Deza debió tener gran importancia, porque crearon un condado, llamado Condado Decense. Un condado en aquellos tiempos significaba tener una vida propia y floreciente, aunque no del todo independiente, pues estaban gobernados en conjunto por el monarca, que ellos elegían.

Casa en el lugar de Mosteiro donde dice la leyenda que nació Wamba. |   // A.V.N.

Casa en el lugar de Mosteiro donde dice la leyenda que nació Wamba. | // A.V.N. / antonio vidal neira

A comienzo del siglo V, el año 409, la llegada de los pueblos germánicos, suevos, vándalos y alanos, a la Península Ibérica, supuso el final del Imperio Romano de Occidente y los suevos empiezan a establecerse en Galicia, mediante un pacto Foedus, con el emperador romano Honorio. Los suevos, formaron el Reino Suevo de Galicia, con capital en Braga (Portugal), establecieron la primera monarquía independiente de la Península y alrededor de 550 terminaron convirtiéndose al catolicismo.

Los condes de Deza.

Los condes de Deza. / antonio vidal neira

Los nativos conservaron sus castros y propiedades y se mantuvieron independientes bajo la autoridad de sus obispos. El reino suevo duró 150 años, hasta que se integró en el Reino Visigodo de Toledo en 585. Los suevos se fundieron con la población nativa adaptándose al modelo socioeconómico galaico-romano. En esta época se produce el abandono progresivo de los castros. La agricultura paso a ser de espacios abiertos, lo que supuso cambios en la propiedad de la tierra, convirtiéndose los suevos en los propietarios de las mayores explotaciones existentes, las villae romanas, aunque el campesinado conservó la posesión de su tierra.

En este tiempo se registra un hecho de gran importancia para la Tierra de Deza, nace como comarca histórica dentro de Galicia. La primera noticia escrita que hay del territorio denominado Condado de Deza, aparece en el I Concilio de Lugo, que se celebró en enero del año 569, siendo Teodomiro rey de los suevos, que se había convertido al catolicismo junto con su pueblo, probablemente por las predicaciones de San Martín de Dumio. Este Concilio puesto en duda por algunos autores en otros tiempos, hoy es reconocido como históricamente cierto, ya que es refrendado por el Parochiale Suevum, documento redactado en la segunda mitad del siglo VI en el que se recoge la organización administrativa eclesiástica del reino suevo.

En el Concilio de Lugo, además de otras cosas, se acordó hacer Metropolitano al Obispo de Lugo, ya que el único Obispo metropolitano existente, el de Braga, quedaba muy lejos y había la obligación de hacer un Concilio Provincial cada uno o dos años con los obispos que formaban la provincia eclesiástica o territorio gobernado por un arzobispo. También repartieron a cada catedral las diócesis y parroquias que les correspondían para que no hubiese entre los obispos ninguna disputa.

El Concilio de Lugo no fue el creador de los Condados, sino tan solo el que declaró sus límites, ya que en el siglo VI existía una división de la diócesis lucense, de la cual era una parte el Condado de Deza, que figuraba como el Séptimo Condado, a la que pertenecían no sólo espiritual y señorialmente.

El que fuera cura de Lalín, el investigador e historiador Ventura Cañizares, describe los límites del Condado de Deza, establecidos en el Concilio de Lugo, en un trabajo titulado: Onomástico de los lugares de Deza mencionados antes del siglo XV, donde dice que los límites del Condado de Deza están perfectamente definidos, por haberse conservado sus nombres casi sin alteración a través de los siglos. Los límites del séptimo condado, el Decensis, partían del monte Sumio (Farelo), y descendían hasta el río Arnego, para llegar por el río Ulla al puente de arriba de Asnoioso (Arnois, A Estrada) y de aquí subían al monte Aucto (el de San Sebastián) y seguían por la sierra de O Candán hasta el monte de Cusanca (entre las actuales provincias de Ourense y Pontevedra), al monte de Dezón (Dozón) y a la Portela de Caurias (en San Salvador de Coirás, Ourense) para regresar al Sumio (Farelo) por la actual Serra do Faro.

En esta división, además del Condado de Deza, figura la comarca Merciensis, que comprendía las tierras de Carbia, Camanzo y Piloño (Vila de Cruces), en los límites de Ventosa y Deza y perteneciente a la diócesis de Iria, antecesora de Compostela. El Condado de Deza o Decense abarcaba entonces casi la totalidad de la actual comarca dezana. Parece que fue en este período cuando adquirieron especial protagonismo estas tierras de Deza en la historia regional gallega.

Los nombres y las hazañas de los condes de Deza hasta la segunda mitad del siglo IX son totalmente desconocidos. Algunos autores dan por supuesto que el último rey de los suevos, el usurpador Audeca o también Andeca, fue un conde de Deza, ya que era conocido como Xan Deza; afirmarlo puede suponer una deformación de la historia. A finales del siglo XIX el historiador Benito Vicetto transcribió el nombre Audeca o Andeca como Xandeza o Xan Deza, relacionando la raíz etimológica de este nombre con la Comarca de Deza.

Andeca llega a ser rey, cuando en el año 583 murió el rey suevo Miro II, hombre muy piadoso y que solo hacía lo que le mandaba San Martín Dumiense, dejando como rey a su hijo, Eborico, encomendado a su mujer Seguncia. Pero Seguncia se enamoró de Andeca o Xan Deza, con el que se casó y ambicioso de poder, destronó a Eborico, lo recluyó en el monasterio de Dumio y mandó cortarle el pelo dejándole por ello, según costumbre de los suevos, incapacitado para reinar. Xan Deza se hizo rey de Galicia, pero no disfrutó mucho tiempo del poder, tuvo un breve mandato (584-585) ya que fue derrotado por Leovigildo, que invadió el territorio suevo, bajo el pretexto de impedir la usurpación de Andeca y después de haberlo sometido, lo dignificó con el honor del sacerdocio, a su vez le cortó las barbas y las melenas, inhabilitándolo para la vida pública y fue recluido en el monasterio de Beja en Portugal. Leovigildo anexionó Galicia al Reino Visigodo, acabando con la monarquía sueva, que tan floreciente y poderosa había llegado a ser. Dejó de existir el reino suevo y Galicia quedó convertido en una provincia del Reino Visigodo de Toledo.

Algunas tradiciones dan por supuesto que el primer Conde de Deza pudo ser este rey Andeca, que habitaría la desaparecida Torre Fortaleza en el núcleo de Lalín, convertida en corte del Reino Suevo, cuando Andeca se proclamó rey. La identificación Andeca como Xan Deza la aventuró Vicetto en su fabulación sobre Los suevos de Galicia (A Coruña, 1860), y llevará más tarde el nombre del monarca suevo a la portada de toda una novela histórica, titulada Xan Deza (A Coruña, 1864), fabulación literaria que en su tiempo hizo muy popular al supuesto rey dezano.

En la monarquía visigoda, también, parece que hubo un rey de la tierra de Deza. Una vieja leyenda, recogida por Vicente Risco y Otero Pedrayo, cuenta que en el actual lugar de Mosteiro (Dozón) nació el rey visigodo, Wamba (672-680), donde hay una antigua casa con un escudo en el portalón de entrada y una fuente con el mismo nombre, que se considera la casa natal del rey. La tradición oral señala que Wamba, era hijo del rey visigodo Recesvinto y de una de sus criadas, que al ser expulsada de la Corte, vino a vivir a lo que hoy se conoce como “Castro Real de Dozón”. Posteriormente, al morir el único hijo de Recesvinto, este mandó buscar al hijo de la criada a Dozón. Cuando llegaron para llevarlo el muchacho se encontraba arando y dijo que no quería ser rey, le amenazaron con matarlo y le obligaron a serlo. Vilariño en su Historia de Lalín, transcribe la leyenda y recoge la tradición oral en la siguiente cuarteta: Desfacendo un terrón / veulle un cabaleiro a decir / ¿queres ser rei ou morrer? / estando Wamba en Dozón. Fue ungido rey en Toledo por el obispo Quirico, el 27 de septiembre del año 672.