-¿Cómo explica la gran afición musical existente en toda la comarca dezana a todas las edades'

-Yo creo que es precisamente por la tradición. En Galicia siempre ha habido muchas bandas de música. Lo que pasa es que la diferencia con la tradición es que nuestros abuelos -en mi caso no porque mi familia por parte de madre fueron todos músicos que sabían leer música, aunque no vivían de esto- en su mayoría tocaban de oído en aquellas primeras formaciones bandísticas. Eso se puede hacer con un instrumento de viento porque con uno de cuerda ya no es posible. Es verdad que antiguamente estaban formadas por gente sin capacidad de lectura musical, y eso te limita porque llega un momento en que tu memoria no es capaz de almacenar tanto. Lo que ha evolucionado positivamente es que hoy en día prácticamente nadie toca de oído, y eso permite que estas bandas sigan avanzando y aumentado los conocimientos de sus miembros, así como su destreza a la hora de utilizar los distintos instrumentos que tocan en sus actuaciones.

-¿Contempla en un futuro regresar a su tierra para seguir ejerciendo como docente musical?

-Nunca se sabe. Es verdad que yo mi cátedra la tengo en el Conservatorio Superior de La Coruña y nunca se puede decir que no a nada. Sin embargo, ahora mismo estoy muy centrada en mi trabajo con el ministerio y en proyectos muy interesantes. Volver a mi tierra en principio no entra en mis planes por ahora. Eso no quiere decir que como te comentaba antes siempre que tengo ocasión de viajar a ello lo haga encantada.