"El vivero de empresas fue un paso importante para todos y un cambio interesante, porque los viveros estaban instalados principalmente en las ciudades, y este fue uno de los primeros que se implantan más allá de lo que son las grandes ciudades", indicó José Antonio Rodríguez. El plan estratégico que siguió el centro se dividió en tres líneas de trabajo: difusión del vivero, realizar actividades formativas y prestar atención a los futuros viveristas. Así en la promoción de esta iniciativa se centraron en la elaboración de trípticos informativos, que colocaron en tablones de los centros educativos; publicidad a través de las redes sociales, creando un perfil en Facebook; celebraron más de 30 reuniones, visitaron distintos centros educativos, Concellos, recibieron a colectivos para que vieran las instalaciones, crearon un equipo comarcal de asesoramiento con distintos representantes y trataron de transmitir distintas experiencias empresariales. Y por supuesto, informaron a todos los que solicitaron detalles sobre el vivero. El perfil de personas que solicitó esta información es una mujer de entre 30 y 40 años y con formación académica media. A esta plan se le sumó la firma de varios convenios .

Rechazo al principio

El director del centro, Uxío Grande, confesó que cuando Educación les habló de implantar un vivero, la primera sensación fue de rechazo, por la falta de espacio, algo que el instituto nunca había solicitado. Sin embargo, esto contribuyó a realizar las actuales obras, que llevaban pidiendo hace años, y considera que esto es más que positivo, porque ahora no solo forman a operarios, sino también a emprendedores. Además, el centro está colocando en empresas a casi la totalidad de su alumnado.