El informe anual del IGE aborda también el volumen de licencias que conceden los municipios por tipo de obra. El año pasado, entre los nueve concellos expidieron 104 permisos, por debajo de los 137 de 2016. Esta caída se debe, sobre todo, al descenso de actividad constructora en tierras dezanas: en 2016 se concedieron entre los seis municipios 109 autorizaciones, pero en 2017 ya pasaron a las 77. En la comarca vecina de Tabeirós-Terra de Montes apenas hay variación: de 28 se pasan a 27.

Y, en este caso, se imponen las licencias para rehabilitación, aunque sea por un estrecho margen: son 56 autorizaciones, a repartir entre 45 en Deza y 11 en Tabeirós-Montes. Las dezanas se obtienen de sumar las 27 de Silleda, las 8 de Lalín, las 7 de Cruces y 3 en Camba. Por su parte, a la decena de permisos en A Estrada se suma el único de Forcarei.

Si hablamos de licencias para construcciones de nueva planta, hay 46 permisos: 32 en Deza y los 14 restantes en A Estrada (13) y Cerdedo-Cotobade (1). Los dezanos comparten el liderato de Rodeiro y Silleda, con 13 autorizaciones cada uno, mientras que Lalín expidió 4 y Vila de Cruces, 2. Por último, la demolición total tiene solo do casos, ambos en A Estrada. Dozón y Agolada, por su parte, suman dos años sin edificaciones ni licencias.

A escala provincial, durante el año pasado se concedieron 852 licencias, por las 776 del ejercicio precedente. De esta cifra, 400 sirvieron para levanta reconstrucciones nuevas, mientras que otras 430 estaban vinculadas a tareas de rehabilitación. En toda la provincia se practicaron 22 demoliciones.