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La AED recomienda "autocrítica y serenidad" al cuatripartito tras la polémica del pintado

Su directiva dice no entender que el alcalde "implique a la asociación en sus críticas" - Cuíña: "Nos consta la independencia política del señor Lamas"

La guerra abierta entre el gobierno lalinense y un grupo de comerciantes y hosteleros por el cierre de calles -el jueves pasado- para proceder a su pintado sigue dando coletazos. El último es un comunicado emitido por la AED (Asociación de Empresarios de Deza) a través de su perfil de Facebook. La junta directiva que preside Antonio Lamas se muestra muy crítica con las manifestaciones realizadas en las redes sociales por los dos máximos representantes del ejecutivo: Rafael Cuíña y Nicolás González Casares.

La AED recuerda en su comunicado que fue petición suya, a instancias de algunos asociados, la reposición de la señalización horizontal, "porque había pasos de peatones que ya no se veían". "Lo que no decidió fue la fecha, ni las horas, ni la forma de llevar a cabo el pintado con el cierre conjunto de las calles del centro durante prácticamente toda la mañana", añade.

Es más, señala que, "ante el malestar suscitado entre muchos asociados", miembros de la junta directiva y personal de la AED "se dedicaron a calmar los ánimos con una visión construtiva y no a echar leña al fuego". Por eso, "no entendemos ahora que el alcalde y el teniente de alcalde impliquen a la asociación en sus críticas y nos reprochen que también autorizan el cierre de calles para actividades de la AED que dinamizan todo el pueblo", reza el escrito publicado por la patronal en días pasados. La asociación empresarial es consciente de que no representa a la totalidad de los comercios y locales de hostelaría, "pero, sin ninguna duda, es el colectivo mayoritario". En este sentido, subraya que todos los cierres de calles que pide tienen como objetivo "dinamizar la actividad económica, y no vaciar de coches y personas el centro del pueblo".

La junta directiva de la AED recomienda a los dirigentes locales "algo de autocrítica y mucha serenidad" y les exige "el máximo respeto para la asociación y, en especial, para cada uno de nuestros asociados de forma individual, sean críticos o no". "La labor pública debe poder estar sometida al escrutinio de los ciudadanos sin que eso implique reproches, represalias o ataques personales directos", sentencia. Por eso, apostilla que, si las formas en las que el Concello avisó del cierre de las calles no consiguieron que los afectados se enteraran con antelación, "debería tomar nota y cambiar el sistema porque claro no funciona". Por su parte, abogan por "mantener un clima de entendimiento institucional que sea beneficioso tanto para el ayuntamiento como para la asociación y, en definitiva, para Lalín".

Curiosamente, en la misma línea se manifestaba ayer el alcalde, que confesaba estar "encantado con la relación" que mantienen él y su gobierno con la AED. E incluso iba más allá: "Nos consta la independencia política que tiene el señor Lamas", proclamaba Cuíña.

Reproches de Crespo

Quien aprovecha la ocasión para volver a atizar al gobierno es el líder de la oposición, José Crespo. "Algo grave pasó si se fuerza una manifestación espontánea de los comerciantes", apuntaba ayer el portavoz del PP en una radio, al tiempo que sostenía que el pintado viario se puede hacer de otra manera, pues "hay horas que molestan más que otras". El exalcalde no sale de su "asombro" por la capacidad de Cuíña de "insinuar en las redes sociales que hay vecinos que tienen beneficios por cerrar las calles o por las fiestas". "No se pueden utilizar las redes sociales para desacreditar a empresarios y comerciantes", sentencia Crespo.

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