El alcalde atribuye la polémica en torno a Faílde a que la oposición con apoyo de algún sindicato busca "embarrar el terreno de juego" en los dos últimos años del mandato. Entiende que por eso coincide "justo con el ecuador del mandato", y está convencido de que "es lo que nos queda para los próximos dos años" para intentar dar una imagen errónea de un gobierno que "lleva 6 años con una estabilidad política total y absoluta, dedicándose a trabajar".

"No valoro ni anticipo cuál va a ser la resolución" del caso Faílde, remarcó . "Es una situación de un trabajador. No será la última ni es la primera", señaló, pero "yo no soy juez ni fiscal" sino el alcalde, quien debe velar "por lo que diga el procedimiento". Si hoy se cree que "hay que dar un paso más, informarnos más o recabar más documentación se hará". También si se precisa "un informe" o "un asesoramiento" externo pero cree que "se está forzando de forma intencionada una cuestión con "un recorrido muy limitado".

Niega haber dejado "abandonado" a ningún trabajador ni siquiera en el caso de los policías que tuvieron que ir al juzgado por una detención ilegal que luego se descartó. "El Concello pagó su defensa jurídica", aseguró, cumpliendo lo que dijo la secretaria. Su informe indicaba que no procedía el pago de la defensa jurídica hasta que hubiera sentencia. "Casos tenemos de alcaldes que tomaron acuerdos con informes en contra" así y fueron imputados", viéndose obligados a dimitir aunque luego fueron absueltos". Señala que tomar una decisión a sabiendas de que es ilegal es prevaricar. Si los sindicatos querían que lo hiciese, entiende que se estaban retratando.