En una de sus extensas intervenciones, José Crespo defendió una moción para instar a la Diputación a que derogue el decálogo de actuaciones en carreteras provinciales, ya que entiende que el documento "es una aberración propia de personas que solo piensan que existen las urbes y que el rural hay que conservarlo lo más intacto posible". Explica que en el norte de la provincia -en las comarcas de Deza y Tabeirós-Montes- se concentran casi tantos kilómetros de vías provinciales como en el resto de Pontevedra. Pero el decálogo, según esgrime el PP, excluye los viales de la zona porque no llegan a la densidad de 3.000 vehículos diarios.

Por esta cuestión, se pide que se anule el catálogo, "ya que se olvida de la fijación de población al territorio", a la par que demanda un estudio pormenorizado de las nueve vías provinciales de Lalín así como tareas de limpieza y desbroce en la de Prado-Bodaño y en la de Gresande, donde la maleza ya invade un carril. El alcalde, Rafael Cuiña, admitió que el PP "tiene algo de razón" mientras que González Casares hizo hincapié en que el decálogo no excluye la limpieza de aceras, y que se realizará mantenimiento e iluminación "sin tener en cuenta si la pista está en Matamá o en O Corpiño". Anunció que el cuatripartito va a solicitar a la entidad provincial que se hagan aceras en la zona de Madriñán, previa consecución de los terrenos por parte del gobierno local. Y aprovechó para indicar que los criterios en la etapa de Rafael Louzán como presidente de la Diputación era la afinidad de gobiernos.