En la noche del viernes al sábado tuvo lugar un robo en el consistorio de Silleda, cuyo botín se redujo a 200 euros. Los hechos fueron descubiertos por el funcionario que abre las dependencias municipales los sábados. A su llegada, el trabajador vio que, aunque la puerta principal estaba cerrada, varias del interior del edificio habían sido forzadas. El empleado alertó del incidente a efectivos de la Policía Local que, a su vez, avisaron a la Guardia Civil.

Los ladrones accedieron al interior del recinto a través de una ventana que queda en el lateral del edificio que da a una oficina bancaria, por lo que la ausencia de tráfico y de transeúntes facilitó su labor. Tras romper la verja que protegía al ventanal, los malhechores dispusieron de tiempo suficiente para revisar todos los despachos, dado que el consistorio carece de alarma. Para entrar en algunas oficinas tuvieron, también, que forzar las puertas. Una vez dentro, revisaron todos los cajones. Según apuntan tanto fuentes de la investigación como del gobierno local es posible que los ladrones solo buscasen dinero, pues aparte de los 200 euros que se echan en falta, a primera vista no desapareció ningún expediente. "Incluso había una cámara de fotos sobre una mesa, y no se la llevaron. Es como si fuesen directamente a buscar el dinero", apunta el concejal Javier Cuiña. De todas formas, los funcionarios revisarán de forma pormenorizada todos los documentos, para asegurarse de que no se ha robado ninguno.

Tras abrir buena parte de los cajones y dependencias del consistorio, los ladrones salieron del inmueble por otra ventana. Agentes de la Guardia Civil recogieron ayer huellas para esclarecer el asunto. Este robo se produce casi un año después de los hurtos que se produjeron en los consistorios de Agolada, Dozón y Rodeiro. A finales de marzo, un grupo de atracadores irrumpió a lo largo de la noche en los tres consistorios, llevándose algún ordenador y dinero en efectivo, muy poco en comparación con los destrozos que causaron. De hecho, los 80 euros que se sustrajeron en Agolada quedan muy por debajo de los 2.500 de desperfectos que causaron en el mobiliario. La misma noche, los ladrones robaron material en una ferretería en Silleda y, días después, también asaltarían el consistorio del concello vecino de Piñor, en Ourense, de donde desaparecieron 11.000 euros y cinco computadores.