¡Luces, cámara, Carboeiro!

Desde ayer y hasta finales de este mes, los turistas que deseen visitar el cenobio cisterciense de Carboeiro, en Silleda, se toparán con que tanto el monasterio como su mágico entorno han recobrado vida. Y es que el paraje más conocido de Trasdeza albergará durante tres semanas un ir y venir de actores, maquilladores, cámaras... gracias al rodaje de "As reliquias do santo", una serie de Bren Entertainment que para la Televisión de Galicia y que está dirigida por Toño López. Por de pronto, en el primer día de rodaje se podían percibir los habituales nervios de las primeras tomas y el ajetreo de cada miembro del equipo, aliviados por un paraje que invita no sólo a ser filmado, sino también al relax y la contemplación.

La historia se ambienta en la Galicia del siglo XII, en un monasterio dúplice –en el que conviven monjes y monjas– y al que llega un obispo y su soldado protector tras robar las reliquias de un santo. La armonía del lugar, en el que también viven los niños consagrados, se verá rota tras la extraña muerte del legado del Papa, quien visitó el monasterio para comprobar que se cumple la orden de San Benito, mediante la que deben suprimirse los cenobios dúplices. Para conocer el final, los telespectadores han de esperar aún un año para verla en la pequeña pantalla.

Para dar forma a esta historia, –que guarda alguna similitud con "El nombre de la rosa", por su trama detectivesca y su ambientación– se rodarán todas las localizaciones en el monasterio así como en el entorno del río Deza, a los pies de la construcción, o en los montes que rodean la abadía. Según explican desde la productora, serán precisos además algunos retoques infográficos y mucha paciencia para determinadas secuencias, sobre todo las de tipo coral en la que además intervienen animales para recrear la rutina diaria de un monasterio medieval.

Protagonistas

A la complicación de estas escenas se suman la gran cantidad de figurantes que desfilarán por la película, muchos de ellos del propio municipio silledense. El casting para escoger a estos extras –de los que ninguno tiene frase– se realizó hace apenas un mes en Silleda, y al él acudieron personas de todas las edades. Todos compartirán cartel con María Bouzas, en el papel de la abadesa Eva, y Manuel Regueiro, metido en la piel del soldado y, por avatares, detective Ferro, que ha de investigar la muerte del legado papal y que siente gran atracción por la priora. El elenco de actores se completa con otros 11 intérpretes que dan vida a frailes, nobles o incluso a Paio, el niño hijo de una viuda y admirador de Ferro.