La desaprobación del portavoz del gobierno municipal de Lalín, Román Rodríguez, del documento suscrito por su compañero, el edil de Servizos Sociais Antonio Rodríguez, sobre la rebaja de las tarifas a los feriantes no ha cogido por sorpresa a nadie en el colectivo de ambulantes que dos veces al mes colocan sus puestos en el Campo da Feira de la cabecera comarcal dezana. Así, ayer, todos los vendedores consultados por FARO DE VIGO durante el transcurso de la feria desconfiaban del escrito, y se mostraban muy críticos con el papel de los concellos a la hora de solicitar su colaboración. Varios ambulantes, que desean permanecer en el anonimato, manifestaron ayer su malestar con el talante de los negociadores de la Asociación Profesional de Comercio Ambulante e Comercio en Praza de Abastos de Galicia (Acapag), que preside José Manuel Liste, a los que acusan de poco contundentes en sus reivindicaciones.

"Nos parecía raro que una subida de impuestos fuera tan fácil de tumbar", decía una vendedora de ropa de señora mientras recordaba que nadie de sus compañeros creía factible una rebaja como la comprometida por Rodríguez en el escrito del pasado 3 de julio. De hecho, el asunto fue ayer muy comentado por los feriantes que se dieron cita en el centro de Lalín. Sin embargo, ninguno de los consultados había recibido ayer notificación alguna por parte de ACAPAG en torno al contenciosos surgido con el Concello de Lalín.

De todas formas, entre los feriantes de Lalín se aguarda con sumo interés el desenlace de la reunión prevista para la primera quincena de octubre entre concello y Acapag donde se podrían revisar el montante de las tasas por instalación de puestos de venta ambulante en el municipio lalinense, que podría rebajar un 90% el actual importe.