De los seis concellos dezanos, Silleda es el único que cuenta con contenedor para depositar la ropa y el calzado usados. Este recipiente pertenece, al igual que otros ubicados en varias ciudades y villas, a la ONG Humana, que tras la retirada y clasificación de este material lo envía a paises asolados por catástrofes o lo pone a la venta "a precios muy competitivos en paises del Tercer Mundo y para fomentar el comercio local " según indican en su web.

Al margen de este servicio, en la capital trasdezana se ha habilitado una zona en el punto limpio para depositar la ropa en muy mal estado, "e que posteriormente se traslada ao xestor de residuos", indica el edil de Medio Ambiente, Gerardo Lázara. La otra opción de que disponen los vecinos para deshacerse de la ropa que no usan es entregarla al concello, para que éste la reparta a los más necesitados en Navidad.

Esta actividad es, precisamente, la que se desarrolla a lo largo de todo el año en los demás municipios de Deza y desde hace varios años. A falta de contenedores -que ya han sido solicitados en Vila de Cruces y que en breve se tramitarán para Rodeiro, que tampoco dispone de espacio para este material en el punto limpio- , los departamentos de Asuntos Sociales se convierten en almacenes temporales de ropa "que clasificamos segundo as tallas e as necesidades de cada familia. Procuramos que os usuarios nunca saiban de quén procedía a roupa", señala la trabajadora social de Agolada, Carmen Ansedes. Su experiencia como voluntaria en la Asociación Española contra el Cáncer en Silleda la impulsó a continuar con esta actividad a su llegada al municipio, hace casi veinte años.

Tercer uso

En lo que respecta a Lalín, la cabecera de comarca se centra "na recollida de roupa para nenos, de xeito que sempre temos unha reserva mínima para nenos recén nados" y así atender las urgencias de las familias usuarias, indica la educadora familiar, Eva Prieto. Los principales beneficiarios de este reciclaje solidario suelen ser "tanto familias con poucos recursos como inmigrantes ou incluso familias numerosas, que xa non poden aproveitar máis a roupa que pasa duns fillos a outros".

Y si se puede pensar en un segundo uso de la ropa, por qué no contemplar un tercero. Prieto apunta que en varias ocasiones "as familias usuarias traen de volta a roupa que se lles entregou, porque xa non lle sirve ao neno ou nena pero que segue en bo estado, para que llela entreguemos a outras persoas". La educadora social indica que, tras la selección para los usuarios, el resto de ropa y calzado se entrega a Cáritas, al igual que ocurre en otras zonas de la comarca y que también suele ser una opción al carecer de contenedores.