La estación de tren de Botos ha recuperado parte del personal destinado a esta parada -un factor y tres ayudantes ferroviarios- después de que, por segundo verano consecutivo, la parada se quedase sin efectivos debido a la recolocación de éstos en otras zonas, para cubrir las vacaciones de compañeros o las necesidades en otras terminales. Sin embargo, la vuelta de la plantilla a Botos se reduce a una o dos personas diarias, que están en la estación a partir de las 15.00 horas, "aínda que nalgúns casos tamén veñen pola mañá entre as 10.00 e as 12.00 horas", indica una familia residente en las inmediaciones de la estación. Este personal se encarga únicamente de dar la salida a los convoyes, pero no de despachar billetes -que expende el revisor en el propio tren-.

Esta circunstancia lleva camino de convertirse en permanente, puesto que en la ventanilla de venta de tickets un escrito del Adif alerta de que no se dispondrá de personal hasta nuevo aviso, así como de la compra de billetes en el tren. De igual modo, es frecuente que durante la semana el personal se traslade a trabajar, como apoyo, en la estación de Carballiño, dentro de los denominados Servicios Itinerantes de Circulación (SIC).

El caso de Ribadavia

Una de las residentes en las casas de la estación de Botos, O. V. achaca la falta de personal en la parada a la labor del concello, "xa que a estación ourensá de Ribadavia está nunha situación similar á de Botos, con moi poucos pasaxeiros, pero o concello chegou a un acordo co Adif", mediante el que trabajadores de la administración local se encargan de atender al público en el apeadero cuando en éste no hay personal ferroviario.

A finales del pasado año se calculaba que la red ferroviaria dezana transportaba a una media de 61 viajeros al día -de los que 12 tomaban el tren en Botos-. Esta reducida afluencia no concuerda con el estado en que se encuentra la estación. Además de verjas oxidadas o caídas en el recinto, la sala de espera acumula residuos en las papeleras, mientras los servicios permanecen cerrados, aunque el de señoras indica que se debe tocar el timbre si se desea usarlo. Precisamente, estos lavabos hubieron de ser acondicionados recientemente por un equipo de limpieza llegado de Ourense, debido a la cantidad de excrementos que acumulaban.