Se ha pasado tres cuartas partes de su vida sobre una moto superando obstáculos y la recompensa a ese esfuerzo ha llegado. Martín Riobó se ha incorporado a las filas de la prestigiosa firma de motos Sherco tras haber aceptado una oferta calificada de “irrechazable” por su tío y exmanager, Mauro Hermelo, y que reorientará su futuro más hacia el ámbito laboral que al puramente competitivo. El que fuera campeón de Europa Youth 125, subcampeón del mundo en 125 y bronce en el Mundial de 2021, entre otros muchos logros, ejercerá como piloto probador de la fábrica con el objetivo de aportar su conocimiento para desarrollar nuevos modelos. Aunque no abandonará por completo su faceta de competidor, sí quedará en un segundo plano al menos en este año, importante para el asentamiento de la marca.
Riobó vive en Barcelona desde hace un par de semanas, dando un vuelco a una temporada en la que había comenzado el Campeonato de España pero en la que su tío Mauro Hermelo ya veía ciertos síntomas de desgaste. “Labrarse un futuro en Galicia es difícil, lo hemos intentado con patrocinadores, tampoco tienes una referencia en la que fijarte, acabábamos entrenando solos mucho tiempo...”, señala. En esta tesitura apareció la propuesta de Sherco, con la opción de cambiar de residencia de Cangas a Barcelona. Y no hubo mucho que pensar. “Sherco es una gran fábrica con motos de enduro, que ya ha estado en el París-Dakar y que ahora mismo tiene la mejor moto de trial del mercado”, reflexiona.
Es ahí, en esa política de seguir evolucionado sus monturas, donde entra el piloto cangués de solo 19 años de edad. “Que alguien tan joven pueda aportar esa experiencia es increíble, pero también es el fruto de haber estado trabajando tanto tiempo solos, lo que nos obligó a agudizar el ingenio”, explica Hermelo, que añade que el hecho de haber entrenado en Galicia fue una ventaja. “Esta comunidad nos ofreció una versatilidad en zonas que no tienen otras partes de España, como Cataluña. Aquí desbrozábamos constantemente para probar zonas nuevas”, afirma.
El joven piloto ficha por Sherco y se centrará este año en desarrollar nuevos modelos
“Quieren quitarle presión a nivel competitivo y que madure en otros aspectos, como el organizativo y el de conocimiento de la moto. Trabajando y desarrollándola desde el principio adquirirá un conocimiento perfecto. Si consigue esa madurez, creen que en uno o dos años podría convertirse en un gran piloto”, explica Hermelo. Mientras, su tarea será similar a la que realizará en tan solo unos días, cuando se vaya a un Centro de Alto Rendimiento a probar la moto durante 48 horas seguidas. Es un test para poder analizar todos los aspectos de la montura y así hacer las correcciones necesarias al regreso a fábrica.
Pero también tendrá la oportunidad de competir en pruebas de los campeonatos nacionales de Inglaterra, Francia o Italia. Será después del verano y con la idea de mostrar la nueva moto para situarla en el mercado.
Su experiencia al servicio de otros pilotos
Otra de las tareas que tendrá encomendada este año Martín Riobó será la de “apadrinar” a otros pilotos de la marca, que se aprovecharán de sus tablas para poder ir mejorando su rendimiento. Esa labor ya ha comenzado y, de hecho, el de Aldán se desplaza a entrenar con algún compañero para aportar sus conocimientos. “Les aconseja qué hacer en cada momento e incluso prueba sus motos y las mejora”, relata su tío.
De hecho, Riobó no participará como piloto en el Campeonato del Mundo, pero sí se desplazará con el equipo ejerciendo un trabajo como asesor y poniendo el punto de experiencia tras haber competido años de manera internacional. Será, pues, un verano movido, con competición en los meses de junio, julio y agosto. Y es que una de las ventajas del deportista cangués es no solo el especial feeling que tiene con sus monturas, sino también la capacidad de transmitir esas sensaciones tanto a compañeros como a los responsables de optimizar el rendimiento de las motos.
