El piloto cangués Martín Riobó comenzó este fin de semana una nueva aventura en el mundial de trial. Este será un año radicalmente diferente y con un inesperado cambio de rumbo: el joven competirá en la categoría Trial-E, con una moto completamente eléctrica. La oportunidad surgió apenas dos semanas antes del inicio de la cita mundialista y pese al poco tiempo para adaptarse a la nueva montura el resultado fue más que esperanzador: un tercer puesto en la localidad francesa de Clermont-Ferrand.
Riobó competirá con una moto de la fábrica francesa Electric Motion y en una categoría en la que todas las motocicletas son completamente eléctricas. “Inicialmente iba a competir con la moto de gasolina, pero a dos semanas del comienzo del mundial Electric Motion se puso en contacto con la Federación Internacional y luego con la Federación Española para buscar pilotos con proyección e interesados en probar. Pensaron en Martín, al que le gusta probar cosas nuevas y aceptó”, explica su tío y representante Mauro Hermelo.
El cambio no es nada sencillo porque la forma de pilotar es radicalmente diferente. “Una moto eléctrica acelera muy rápido. No es gradual y te entrega toda la potencia prácticamente de golpe, por lo que a veces patina mucho”, apunta Hermelo. Después de algunas pruebas y cambios Martín Riobó debutó este fin de semana en el circuito de Clermont-Ferrand con un tercer puesto. En esta nueva categoría destaca la presencia de muchos pilotos japoneses, que compiten con modelos de Yamaha.
El mundial regresará dentro de un mes, con una prueba en Andorra. El último fin de semana de agosto volverá a Francia y el 11 y 12 de septiembre Martín Riobó tendrá la oportunidad de competir en casa, con una cita en Baiona. La última fecha del mundial será en el mes de octubre en Inglaterra.
