Fútbol

El día que David conoció a Goliat

Se cumplen 20 años del histórico ascenso del Val do Ulla a Segunda División, que pasó de jugar en Berres a medirse a equipos como Oviedo, Valladolid o Racing de Santander

Val do Ulla femenino futbol en la temporada 2004

Val do Ulla femenino futbol en la temporada 2004 / Bernabé

El 14 de marzo de 2004 el Val do Ulla disputó el partido más importante de su historia. Cuando se cumplían diez años desde su entrada en la recién creada Liga Gallega femenina el equipo dirigido por José Ramón Fachal lograba meterse en la final de la fase de ascenso a la Segunda División Nacional. Su rival era el Lavadores de Vigo, un equipo hecho para el ascenso que partía como claro favorito. La única baza del equipo estradense era la velocidad como forma de contrarrestar la mayor calidad y veteranía de sus rivales, así que pidieron jugar en un campo de grandes dimensiones, el de Baltar, en Portonovo. Su apuesta salió bien. Lograron llegar al final del partido con empate (1-1) para llevarse la victoria desde la tanda de penaltis.

Ese trofeo dio al Val do Ulla un histórico ascenso a Segunda División. De un día para otro, el equipo formado en su mayoría por jugadoras de la zona, pasó de jugar en el campo de O Pardiñeiro de Berres sobre tierra, a hacerlo contra equipos como Oviedo, Valladolid, Sporting de Gijón, Zamora o Racing de Santander. En esta categoría acabarían estando seis temporadas hasta su traslado a Santa Cruz de Rivadulla y la posterior desaparición de la sección femenina.

Ana Valladares.

Ana Valladares. / Bernabé

El Val do Ulla tiene su sede en la parroquia estradense de Balboa, una zona en la que, tradicionalmente, hubo mucho fútbol femenino. Esa afición llevó a las hermanas Ana y Vanesa Valladares a crear el equipo, con el marido de la primera, José Ramón Fachal, como entrenador. Eso fue a finales de los 80, siendo años después unas de las promotoras de la primera Liga Gallega femenina federada. Era una liga con un carácter amistoso pero todo cambió con la llegada de Juan Rey a la directiva. A partir de ahí llegaron nuevos patrocinadores y algunos fichajes desde Santiago que apuntalaron la base existente. Así fue como se dio forma al proyecto que hace 20 años terminó en el ascenso del humilde equipo de Balboa a la élite. Fue sin embargo una gesta con la que nadie contaba y que obligó al club a realizar un enorme esfuerzo la temporada siguiente. Necesitaron para ello reunir un presupuesto que rondaba los 50.000 euros.

José Ramón Fachal

José Ramón Fachal / Bernabé

El equipo siguió respondiendo al reto dentro del campo, recibiendo refuerzos que ayudaban a subir su nivel. Fuera del campo sin embargo la situación era diferente. El Estradense se reveló contra el uso del estadio de A Baiuca por parte del Val do Ulla, un equipo que, tras pasar por campos como los de Loimil, Callobre, Berres y A Estrada se quedaba sin hogar. Su destino final fue el vecino concello de Vedra.

“¿Volver a crear un equipo femenino en A Estrada? Me encantaría pero sería complicado con los intereses económicos que tienen ahora muchos equipos y sin canteras que surtan de jugadoras”, lamentó Juan Rey al recordar la gesta del Val do Ulla.

“Fue bonito pero llevamos palos por todas partes”

Formación de los equipos A y B del Val do Ulla en su primer año en Nacional.

Formación de los equipos A y B del Val do Ulla en su primer año en Nacional. / Cedida

Juan Rey reconoce que el ascenso y los años en Segunda fueron una etapa bonita a nivel deportivo pero dura en otros sentidos. “A veces te daba la sensación de que luchábamos contra todos. Nos llevamos palos por todas partes. En esa época el fútbol femenino no estaba tan protegido como ahora”, explica el dirigente, quien encontró el apoyo del concejal de Deportes, José Antonio Maceira, pero la oposición de muchos otros dentro del mundo del deporte local. “Creo que no se valoró lo que hicimos. Mucha gente ni se enteró de que llegamos a jugar a ese nivel. Ni las propios jugadoras lo valoraron realmente”, lamentó Rey.