El Cortegada se quedó sin premio a un serio partido como el que le planteó al Aros León. Quizá faltó un poco más de clarividencia en el último tramo de partido para superar un bloqueo ofensivo que terminó por costar el triunfo ante un rival que no pudo bajar la guardia en ningún momento.
Con el debut de Branka Lukovic como novedad, lo cierto es que pareció como si las de Rubén Domínguez arrancasen el partido a la expectativa. Había mucho ritmo por parte de todas, pero las pérdidas de balón estaban limitando muchísimo el flujo anotador de las locales.
Con Boquete, Fernández y Lázaro al frente de la ofensiva visitante, el Aros fue capaz desde muy pronto de dominar el marcador. Su control del rebote defensivo y la laxitud defensiva por momentos del Cortegada le permitió dominar a su antojo el primer parcial.
En medio de una dinámica de mayor igualdad, seguían siendo las de Beatriz Pacheco las que daban la sensación de control de la situación en todo momento. Laura Fernández campó a sus anchas en ataque y el Cortegada, con una Lukovic voluntariosa pero aún con una evidente falta de acoplamiento, se fue al descanso con la sensación de que había llegado tarde al encuentro (27-39).
La mutación del equipo de Rubén Domínguez llegó a través de una mayor dureza defensiva y un protagonismo de Andrea Ríos en el poste bajo. Las buenas lecturas ayudaron a encontrar buenos tiros liberados, en especial de una acertada Patricia Vicente que, con un triple suyo, dio la primera ventaja del partido a su equipo (43-41).
Un excepcional tercer periodo permitió arrancar el último con empate (48-48), pero las locales volvieron a empezar a remolque. Tuvieron que agarrarse nuevamente a la defensa para volver al partido. Llegaron a situarse a 3 puntos a poco más de veinte segundos para el final después de superar un bloqueo anotador a la llegada a los 52 puntos. Pero en ese final la suerte de los tiros libres sirvió a las leonesas para rubricar un triunfo que tuvieron que ganárselo a pulso.
