remo - Campeonato del Mundo

Conde: “Toca trabajar más duro”

El remero moañés, quinto en el Mundial, se exige llegar a tope a los Juegos de París

Aleix García y Rodrigo Conde (con gorra) durante la final de doble scull disputado en Belgrado. |

Aleix García y Rodrigo Conde (con gorra) durante la final de doble scull disputado en Belgrado. | / david garcía

El remero moañés Rodrigo Conde acaba de conseguir su segundo billete olímpico. Al primero tuvo que renunciar por culpa del aplazamiento de los Juegos de Tokio debido al coronavirus. Los problemas para mantenerse en el peso ligero le obligaron a tomar aquella dura decisión a escasos meses. Ahora la situación y las sensaciones son distintas. A bordo del doble scull con su compañero Aleix García viene de conseguir un quinto puesto en el Mundial de Belgrado. No es el resultado esperado –el año pasado fueron plata–, pero les sirve como motivación para trabajar más y más duro.

Rodrigo Conde llegó a última hora del lunes a Moaña después su participación en el Mundial de Remo disputado durante la primera semana de septiembre en Belgrado (Serbia). El remero moañés consiguió junto a su compañero Aleix García el ansiado billete olímpico para París 2024 en doble scull. “Esta vez ya no se escapan”, dice Conde, en alusión a su clasificación olímpica para Tokio, a la que tuvo que renunciar a escasos meses de los Juegos debido a los problemas que tenía para mantenerse dentro del peso ligero. Este mundial deja un cierto regusto agridulce. En el lado positivo está la clasificación para París 2024. Pero la parte amarga es que el bote español volvió a casa sin una medalla –el año pasado fueron plata– y se tuvo que conformar con un quinto puesto. “Este resultado nos tiene que servir para trabajar más duro y más tiempo”, reflexiona Rodrigo Conde.

Ese trabajo comenzará a finales de septiembre. Ahora tocan unas merecidas vacaciones. Primero unos días en Moaña y luego una semana en México, un viaje que compartirá con Aleix García, antes de reincorporarse a la concentración nacional en Sevilla. La pareja española realizó un Campeonato del Mundo en el que fueron de menos a más. En la primera regata –que se disputó el domingo 3 de septiembre, fecha del cumpleaños de Conde– estuvieron un tanto mermados debido a que el moañés llegó a Belgrado con algunos problemas de salud. “Fue un campeonato un tanto accidentado.No sé qué pasó, pero al llegar me puse un poco malo y tenía malestar corporal”, explicaba ayer. Aún así, consiguieron clasificarse para cuartos de final y en esa eliminatoria Conde ya estaba recuperado. Pasaron a semifinales, donde fueron terceros por detrás de la Croacia de los hermanos Sinkovic e Irlanda.

La final fue dominada con claridad por el barco neerlandés de Melvin Twellar y Stefan Broenink, que tal como reconoce Rodrigo Conde “parece que en este momento tienen una o dos marchas más que el resto”. Esa final, con los neerlandeses escapados desde el centro de la regata, deja sensaciones extrañas en el deportista moañés. “Es verdad que estamos contentos porque conseguimos la clasificación olímpica, pero tengo una sensación rara. La palabra no es preocupación, pero sí que siento algo de frustración. Yo tenía muy visualizada la regata y antes de salir al agua estaba convencido de que íbamos a conseguir una medalla y cuando no se dio así fue un poco duro”, expone Rodrigo Conde. “El deporte es así, todos queremos ganar y no puede ser. Esto lo que tiene que servir es para trabajar más duro y más tiempo”, añade.

Rodrigo Conde cita a uno de los grandes referentes del deporte español, Pau Gasol, que decía que “el fracaso es lo que te hace entrenar más duro para cambiar el resultado”. “No creo que este resultado sea un fracaso porque tenemos la clasificación olímpica, pero sí que ahora mismo lo que estoy haciendo es recapacitar sobre lo que fallamos y en qué podemos mejorar para conseguir la medalla en los Juegos Olímpicos. Ahora mismo esto ya no es solo deporte, es como una obsesión”, concluye el remero moañés.

A pesar de quedarse fuera del podio la sensación en el doble scull español es que la distancia con respecto a sus rivales es muy pequeña, con lo que la lucha por las medallas estará muy apretada. Los próximos meses serán de un trabajo muy intenso para intentar darles caza y llegar al podio olímpico. “La próxima temporada acudiremos a las pruebas de la Copa del Mundo y al Campeonato de Europa, pero todo va estar enfocado como una preparación para los Juegos Olímpicos de París”, reconoce Rodrigo Conde, que defiende que hay que marcarse objetivos ambiciosos.