fútbol - Primera División

El Real Madrid mantiene la tensión

El equipo de Ancelotti remonta el gol de Joselu para conseguir un triunfo que le coloca momentáneamente a seis puntos del Barça - Marcaron Vinicius, Militao y Asensio

Militao y Rodrygo celebran el gol del central. |  // REUTERS

Militao y Rodrygo celebran el gol del central. | // REUTERS / fermín de la calle

fermín de la calle

El Real Madrid logró una victoria soleada y primaveral ante un Espanyol tan tibio como el rosa de su camiseta. Un equipo que se en cierra en su área y se abraza a la pegada de Joselu, argumentos suficientes para sobrevivir en Primera, pero insuficiente en un campo como el Bernabéu. Los blancos remontaron el gol del ariete ‘perico’ con tantos de Vinicius, Militao y Asensio en un duelo plácido para los de Ancelotti, que jugaron pensando en el Liverpool, con el que se medirán el próximo martes en Champions.

Este Madrid parcheado y con arrugas es un equipo de partidos grandes. Los choques que no tienen pedigrí le dan pereza. Si además el compromiso es a la embarazosa hora de la comida, horario incómodo para un equipo acostumbrado a jugar en una franja aristocrática como las nueve de la noche, entonces el duelo se convierte en un trámite incómodo. Y si a ello se suma que este Madrid es un equipo con una plantilla desequilibrada a la que Ancelotti parchea sus carencias desplazando a los jugadores a roles inverosímiles, aumentan las opciones de tropezar.

Se unía a la pereza y los parches un rival sobrio con un delantero de oficio como Joselu, uno de sus arietes que dispara antes de pensar. A los siete minutos se mezclaron todos los ingredientes en la coctelera cuando Camavinga, lateral sospechoso, se comió un balón largo con Rubén Sánchez ganando la espalda y regalando un pase al centro donde apareció Joselu para clavarla en la escuadra. Otro partido cuesta arriba.

Veinte minutos tardó el Madrid en hacer acto de presencia. Los que tardó Ancelotti en salir del banquillo a apretar a sus somnolientos jugadores. Ganó vértigo el partido y comenzaron a aparecer a espacios. Y ahí el Madrid es Tyson. Con Benzema en casa esperando al Liverpool y Rodrygo haciendo de 9 de emergencia, Vinicius recibió un balón y comenzó a avanzar ante unos rivales que no se decidían a entrarle, lo que aprovechó el brasileño para disparar raso logrando el empate. Poco necesitaban los blancos, que ya volaban en el Bernabéu.

Transcurría el partido entre gritos de ¡Corrupción en la Federación! y enredos arbitrales con un Figueroa Vázquez que se complicaba la vida con tarjetas prescindibles como la de Vinicius, que soliviantó a la grada. Goteaban los minutos y el Espanyol menguaba en su área hasta que un córner caótico terminaba con un testarazo de Militao tras centro con el exterior de Tchouaméni. Pura heterodoxia. Al descanso llegaba el Madrid con el trámite encauzado.

La segunda parte transcurrió entre bostezos. Carletto seguía el partido con la ceja alta, receloso de un partido que no estaba atado y en el que cualquier desatención defensiva podía costarle caro. Más allá de la lucha por la Liga, que está muy cuesta arriba por los blancos, el italiano aspiraba a resolver el compromiso minimizando riesgos y esfuerzos. Asensio y Ceballos, arrinconados en el banquillo pese a estar en plena fase de renovación, dispusieron de unos minutos en el tramo final, en el que Rodrygo clavó en el larguero de Pacheco una falta en la oportunidad más reseñable del segundo asalto. El duelo fue declinando con el paso de los minutos y el Espanyol intentó estirarse en los últimos minutos con cambios ofensivos. Morían los visitantes en el área rival y pitaba el Bernabéu la dejadez de los suyos, que veían como Cabrera y Braithwaite remataban sin fortuna. Perdonaron los de rosa y Marco Asensio, a pase de Nacho, puso la puntilla en el descuento con otro gol que cuestiona la falta de protagonismo del balear. Victoria tan plácida como perezosa.

El equipo blanco solicitará personarse como acusación en el “caso Negreira”

El Real Madrid solicitará personarse como acusación particular en el caso Negreira, una vez conocido el contenido de la denuncia que presentó la Fiscalía este viernes en el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona, según fuentes conocedoras de los planes del club. Su presidente, Florentino Pérez, ha convocado para este domingo a las 12.00 una junta directiva extraordinaria “ante la gravedad de las acusaciones formuladas por la Fiscalía de Barcelona contra el F. C. Barcelona y dos de sus presidentes por las sospechas fundadas de corrupción y sus relaciones con quien fuera el vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, José María Enríquez Negreira”, según el comunicado oficial publicado por la entidad. Florentino Pérez y el Real Madrid han mantenido hasta ahora un silencio que comenzaba a resultar incómodo para el madridismo porque se había convertido en un salvavidas para los azulgranas, con quienes los blancos van de la mano en el proyecto de la Superiga. El hipotético hundimiento del Barcelona por este escándalo, con un improbable descenso a Segunda, significaría la puntilla para esta competición liderada por Florentino, ahora que los clubes ingleses se han desmarcado y la ven con recelo tras la llegada de compradores del Golfo Pérsico y Estados Unidos. Ahora el Real Madrid, según afirma El País, presentará un escrito para solicitar al juez la personación como acusación particular cuando llegue el momento procesal oportuno para, si es admitido como parte en la causa, tener acceso a toda la documentación relativa a la investigación realizada, y a las diligencias que el juez estime oportunas a partir de entonces.