El Celta va a iniciar la próxima temporada contra el Espanyol, en el que milita Borja Iglesias, referente de la cantera de A Madroa que se va a enfrentar por primera vez al cuadro celeste tras su reciente venta al conjunto perico por 10 millones de euros. Iglesias se ha convertido en el fichaje más caro de la historia del cuadro barcelonés, que ha tenido que hacer efectiva la cláusula de rescisión del futbolista para hacerse con sus servicios.

El Celta contaba esta temporada con Iglesias, cuyo contrato expira en junio próximo, y le ofreció una oferta de renovación que se encontró con la firme oposición del jugador, que tras su gran campaña en Segunda a préstamo con el Zaragoza buscaba un club que le garantizase minutos y evitar así pelear el puesto en Vigo con Iago Aspas y Maxi Gómez.

En una entrevista con el portal digital Lesportiudecatalunya.cat, el artillero compostelano reprocha al Celta su falta de fe en él. "Sí, eché de menos confianza. No pedía nada especial. Solo quería seis meses y poder competir con el primer equipo y ver si tenía lugar, pero la idea de ellos era valorarme en pretemporada. Mis dos últimos años en Segunda B hicieron que tuviera ofertas para marchar. Alguna me costó mucho y les pedí que me dejaran escoger. Si no era fijo desde el día uno con el Celta, que me dejaran ir a otro equipo donde confiaran en mí desde el inicio", destaca el delantero santiagués.