María Bernabéu acude a la cita con su medalla de bronce lograda en el mundial. Se deja fotografiar con su equipamiento deportivo y muestra su cara más amable. No deja de sonreír. "Ha costado mucho tenerla aquí", dice. Algunas personas le preguntan por sus logros, personas anónimas que se muestran sorprendidas. María contesta amablemente. "Solo le falta firmar autógrafos", sostiene Mario Muzas. El presidente de la Federación Gallega de Judo recalca que "esa distancia corta es la que nos da más satisfacciones. Es apasionada, cumplidora, trabajadora y nunca la he visto enfadada". Ese carácter también queda demostrado en "unas convicciones y valores que son únicos. Es comprometida con todo lo que hace. Pero ayuda a los demás. Sus gestos siempre son simbólicos". Cuando María tomó la decisión de incorporase a Galicia a través del Famu de Frutos, Mario Muzas sabía que estaba ante una deportista única. Se volcó con ella como hace con todos los deportistas gallegos. Por lo tanto, no es extraño que la judoka le trate como "un padre". María Bernabéu, considerada como el 'icono' del judo gallego, terminó este año la carrera de derecho y demuestra su capacidad.