Fabián Orellana está a punto. Tras dos días entrenándose normalmente con el grupo, Eduardo Berizzo convocará hoy al internacional chileno para el duelo copero ante el Valencia con la idea de que vaya ganando ritmo para afrontar el intenso calendario que aguarda al Celta en este mes de enero. Después de dos temporadas siendo indiscutible para el técnico, el protagonismo de Orellana se ha visto reducido este curso por las lesiones a la mínima expresión este curso, hasta el punto de que su vuelta a los terrenos de juego puede considerarse casi como el primer refuerzo de invierno.

En una temporada en la que ha habido que hacer frente a una baja tan significativa como la de Nolito, el futbolista franquicia de las últimas campañas, la ausencia de Orellana apenas se ha dejado sentir. El descomunal crecimiento de Aspas y el solidario funcionamiento del grupo son algunas de las razones, tal como explicaba hace unos días Berizzo. "Es un gran mérito del equipo sobrellevar ausencias como la de un jugador tan importante como Orellana, pero si algo nos ha caracterizado ha sido saber sobreponernos a ausencias, ventas y fichajes. La baja de Orellana, a día de hoy, ha sido suplida", señalaba el técnico tras el triunfo ante el Málaga. Y añadía: "Es bueno tenerlo de vuelta, ojalá pueda jugar el jueves, pero me alegro de que el equipo sea capaz de no depender de nadie y depender de todos".

Orellana solo ha jugado esta temporada siete encuentros de Liga y dos de UEFA Europa League con una aportación de dos goles dos asistencias en el torneo doméstico y otros dos tantos en competición continental en un total de 631 minutos sobre el césped repartidos entre ambas competiciones.

Solo en la Liga el internacional chileno sumaba el pasado año a estas alturas de curso 1.515 minutos en 17 encuentros, todos como titular, con una aportación de cinco goles y dos asistencias. Su influencia en el juego y su peso en los resultados obtenidos por el equipo eran también considerablemente mayores la pasada campaña. Un rápido vistazo a los encuentros que ha jugado desde que el balón echó a rodar en la Liga en agosto pasado, basta para constatarlo. El Celta solo ha ganado uno de los siete partidos que ha disputado el chileno: el derbi gallego frente al Deportivo celebrado en Balaídos el pasado 3 de octubre. A estos tres puntos hay que sumar otros dos, fruto de los empates cosechados ante Las Palmas (3-3) y el Betis (3-3). Los otros cuatro encuentros que ha jugado Orellana se han saldado con derrota céltica: 1-2 frente al Leganés, 2-1 ante el Real Madrid, 5-0 contra el Villarreal y 0-3 frente al Sevilla en el último partido en que Berizzo ha podido contar con sus servicios.

Las prestaciones del atacante de Santiago de Chile han sido bastantes mejores en la UEFA Europa League, concretamente en los compromisos ante Ajax de Amsterdam en Balaídos y el Panathinaikos en Atenas. Orellana anotó en ambos encuentros, saldados con un empate y una victoria a domicilio, respectivamente.

Por primera vez desde su llegada a Vigo, las lesiones y no las sanciones han sido la causa de los numerosos partidos que se ha perdido el futbolista. Orellana ha sufrido en lo que va de temporada tres lesiones. La primera, tras jugar en el Santiago Bernabéu se agravó mientras se encontraba concentrado con la selección de Chile y le hizo perderse cinco partidos de Liga, la segunda tras recibir un golpe en el duelo en Las Palmas que lo mantuvo fuera de juego por otros tres encuentros y la tercera, durante un entrenamiento en A Madroa previo a la visita del Celta a San Mamés que le ha impedido jugar ante el UCAM Murcia y el Valencia en la Copa y el Athletic y el Málaga en la Liga.