La jornada matinal de trabajo realizada ayer por el Celta en las instalaciones de A Madroa transcurrió sin grandes novedades, al margen de la ausencia de José Naranjo, traspasado por la tarde al Genk por 1,8 millones de euros.

La sesión preparatoria sirvió para constatar sin embargo la buena evolución de Fabián Orellana, que cuenta desde el lunes con el alta médica estará a disposición del técnico para compromiso copero de mañana ante el Valencia y la más lenta de Carles Planas y Nemanja Radoja, cuyas posibilidades de vestirse de corto ante el equipo que dirige Salvador González, Voro, son, hoy por hoy, remotas.

En el caso de Radoja es ahora mismo el más preocupante. El centrocampista serbio, con una contusión en la rótula, continúa trabajando en solitario y aun en el caso de que pudiese recuperarse a tiempo para el partido, parece del todo improbable que Berizzo lo convoque por el riesgo de recaída. El serbio es ahora mismo uno de los hombres más importantes del equipo para el técnico y todo apunta a que le dará descanso con la idea de que llegue fresco a próximos compromisos.

Carles Planas, mientras tanto, sumó ayer su tercer día de trabajo progresivo con el grupo y podría recibir muy pronto el alta médica.