El Celta se define desde su apuesta por el control del juego. Eusebio asume como credo el buen trato al balón. Ha imprimido a su escuadra un carácter concreto, inconmovible. Es su apuesta y no la traicionará. El equipo se ha mantenido fiel a su estilo contra los malos resultados y los rivales de mayor fuste, como el Tenerife. Y tampoco las condiciones del escenario le apartarán de esa senda. Porque hoy pondrá a prueba su fútbol de toque contra el suelo maltrecho y corto del Stadium Gal.

El Real Unión también respeta su tradición, que es la del fútbol vasco: rocoso, físico, directo. "Es un equipo muy trabajador, muy disciplinado, que te exige que le tengas que poner la misma intensidad que ellos para luego poder aportar tus cualidades. Con esta mentalidad hay que afrontar el partido si queremos ganar", analiza Eusebio.

En ese sentido, el encuentro supone el enfrentamiento dialéctico de dos concepciones opuestas del fútbol. Al Celta le han regalado las orejas Mel y Oltra, técnicos del Rayo y del Tenerife. "Estoy contento de que los rivales se den cuenta de que el Celta propone un estilo de juego definido, atractivo y eficaz", agradece Eusebio. "Ellos lo sufren. Ven que es difícil enfrentarse a nosotros. Gusta de gente que conoce el fútbol y lo analiza bien. Es un mensaje para todos de que las cosas se están haciendo bien, que estamos en el buen camino".

Es obvio que tales elogios contrastan con la ubicación del equipo en la frontera del descenso. El pucelano confía en que ambos planos, el del merecimiento y el del resultado, al fin confluyan: "Estamos ahí, a un paso de enganchar lo que es estar en una situación tranquila en la tabla que nos permita que todo lo que estamos haciendo se confirme y nos dé tranquilidad de cara al futuro. Es lo único que nos falta en estos momentos. Todas las sensaciones son muy buenas". Eusebio espera una victoria que aumente la "confianza y la fe. Son muchas las dificultades, pero se percibe que nuestro potencial es muy grande. Sólo necesitamos esa dosis de tranquilidad".

Y el Celta buscará el triunfo a su manera, sin que le pesen en las piernas las once horas de autobús, "es lo que nos toca", ni les arredre la previsible presión del Real Unión. "Tenemos una forma de jugar, trabajamos todo el tiempo en una línea, en una idea. Y siempre es lo que vamos a tratar de hacer. A veces lo conseguiremos y otras no tanto".

"Saltamos al campo dispuesto a hacerlo ante cualquier rival, situación y circunstancias. Esto demuestra mucha personalidad e ideas claras", dice sobre la línea coherente de su equipo, que el Stadium Gal no modificará: "Parece que no es un campo muy largo, pero tiene buenas dimensiones, es ancho… Podemos desarrollar nuestro juego perfectamente". Incluso aunque la hierba sea frondosa e irregular: "Si está mal, habrá que adaptarse y afrontar con entereza las condiciones que nos encontremos. Lo importante es que seamos fieles a nuestro estilo y a las cosas que hemos demostrado saber hacer bien, que es de lo que tendrán que preocuparse nuestros rivales".