“Gañamos a batalla, pero a ameaza eólica segue na Groba”

Tras caer los últimos cinco proyectos de los montes de Baiona, Oia y Tomiño, la plataforma luchará ahora por una mayor protección ambiental para blindarlos contra nuevos aerogeneradores

Integrantes de la plataforma SOS Groba celebraron ayer la caída del último proyecto eólico previsto en los montes del Val Miñor y el Baixo Miño.

Integrantes de la plataforma SOS Groba celebraron ayer la caída del último proyecto eólico previsto en los montes del Val Miñor y el Baixo Miño. / Ricardo Grobas

Celebran con satisfacción la desaparición de todos los proyectos eólicos de la sierra que une las comarcas de Val Miñor y Baixo Miño. El Diario Oficial de Galicia publicaba ayer la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) desfavorable del último que seguía en trámite para los montes de Baiona, Oia y Tomiño, el Torroña I, que planteaba cuatro aerogeradores de 230 metros de altura y 22,8 megavatios.

Es una victoria que consideran suya y de todos los ciudadanos que defienden el interés natural y cultural de la cadena montañosa, pero la plataforma SOS Groba no detiene su lucha porque “a ameaza non desapareceu de todo”. Así lo advierte su portavoz, Bruno Centelles. Ahora los esfuerzos del colectivo se centrarán en lograr una mayor protección ambiental que blinde de una vez por todas las cumbres miñoranas y miñotas contra nuevas propuestas por parte de las compañías energéticas.

Patrimonio alertaba de la falta de estudio del impacto visual de los aerogeneradores desde el monasterio de Oia

La Xunta rechaza el último de los proyectos por su impacto en el patrimonio histórico y en el paisaje. El veredicto de la Dirección Xeral de Calidade Ambiental e Cambio Climático incluye diversos informes de distintos organismos. El más duro con el parque Torroña I, en el que la compañía Desarrollos Renovables del Norte SLU preveía invertir más de 20 millones de euros, es el de la Dirección Xeral de Patrimonio, que incide en el impacto que producirían dos de los molinos del complejo sobre el Camiño Portugués da Costa, así como sobre las iglesias parroquiales del entorno.

Indica además que no se ha realizado un análisis del impacto visual de los aerogeneradores sobre un bien de interés cultural como el monasterio de Oia, sino que el informe de la promotora se limita a afirmar que no se ven desde allí. Censura que tampoco se haya elaborado una memoria de los elementos arqueológicos que se podrían ver afectados. Serían numerosísimos, según los estudios que el Instituto de Estudos Miñoráns, que formuló alegaciones al respecto.

Anteriores proyectos tumbados

Como los anteriores proyectos tumbados por parte del Ejecutivo gallego–Albariño I, el Merendón y el Toroña–, el Torroña I también genera reticencias al Instituto de Estudos do Territorio. “O emprazamento dos aeroxeradores de 230 metros de altura total nunha serra moi próxima ao litoral, suporía introducir uns elementos cuxo tamaño, deseño e cor contrastan frontalmente cos elementos conformadores que caracterizan a paisaxe de acollida, singularizada por elementos de alto valor paisaxístico”, reza su valoración.

"O máis lóxico sería ampliar a Rede Natura á Groba, o Galiñeiro, O Gargalo e o Monte Aloia"

Los valores naturales y patrimoniales han prevalecido hasta ahora y la Administración autonómica ha rechazado los cuatro últimos proyectos activos. Otros tres cayeron al desistir sus promotoras. “Estamos encantados de ter conseguido isto, que o 100% dos parques se viñeran abaixo no proceso administrativo, sen chegar aos tribunais, é un éxito. Gañamos a batalla, pero a ameaza eólica segue na Groba”, apunta Centelles. La posibilidad, advierte, de que aparezcan nuevas propuestas para colocar aerogeneradores está abierta, dado que el Plan de Interese Eólico (PIE) sigue vigente para la zona. Un documento que recoge un total de cuatro Áreas de Desenvolvemento Eólico (ADE) en la sierra.

Por eso ahora los esfuerzos de entidades como la plataforma SOS Groba o el Instituto de Estudos Miñoráns se centraránen reclamar a la Xunta una figura de protección ambiental que blinde A Groba contra nuevos intentos de colocar molinos de viento. “O máis lóxico sería ampliar a Rede Natura á Serra da Groba, ao Gargalo, ao Galiñeiro e ao Monte Aloia”, afirma el portavoz.

Los argumentos para que estos territorios entren en la Red Natura 2000 están “máis que repetidos”: el impacto sobre el paisaje, los yacimientos arqueológicos, el patrimonio histórico y el ecosistema que mencionan las propias declaraciones de impacto ambiental desfavorables emitidas hasta ahora.

Suscríbete para seguir leyendo